Los gobernadores del BCE volvieron a subir los tipos y fijaron en 4% la tasa de depósitos, clave para las operaciones bancarias en la zona euro, que se sitúa ahora en su nivel más alto desde la introducción de esta moneda en 1999.
"Sobre la base de su evaluación actual, el Consejo de Gobierno considera que los tipos de interés oficiales del BCE han alcanzado niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán sustancialmente a que la inflación vuelva a situarse oportunamente en el objetivo", señaló el banco central en el comunicado.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, no descartó del todo una nueva alza en caso de necesidad y dijo que las tasas tendrían que permanecer en niveles restrictivos durante algún tiempo.
"La atención se va a centrar, en adelante, en la duración, pero eso no quiere decir -porque no podemos decirlo ahora- que estemos en el punto máximo", afirmó en rueda de prensa.
Lagarde reconoció que algunos miembros del consejo del BCE habían argumentado en contra de la última subida de tipos, pero añadió: "Hubo una sólida mayoría de gobernadores de acuerdo con la decisión que hemos tomado".
Asimismo el banco central ajustó al alza sus previsiones sobre los precios para 2023 y 2024, con una subida de 5.6% este año y de 3.2% el próximo.
En 2025 el emisor proyecta un nivel de inflación de 2.1%, que está cerca de los objetivos a medio plazo de la entidad, fijados en torno a un 2%.
El BCE recortó además sus pronósticos para el crecimiento de las economías de los países del euro, con una expansión del PIB prevista de 0.7% en 2023, de 1% en 2024 y de 1.5% en 2025.
En su análisis hecho en junio, la entidad pronosticó un crecimiento económico de 0.9% este año, de 1.5% en 2024 y de 1.6% en 2025.
Con información de AFP y Reuters