En la comunidad de Santa Cruz, Etla, un grupo de 20 mujeres solicita créditos "solidarios" para echar a andar sus negocios o hacerlos crecer. El grupo solicita un único crédito de cerca de 400,000 pesos que se va dividiendo entre todas, dependiendo de sus necesidades.
Algunas personas piden desde 7,000 y hasta más de 20,000 pesos, de acuerdo con la capacidad de pago y necesidades de quien lo solicita. Todas se comprometen a hacer pagos de manera semanal en una sucursal de Compartamos Banco, en las corresponsalías de Yastás o pidiéndole a una de sus compañeras dentro del grupo que hagan el depósito por ellas, a cambio de 70 pesos.
"Estoy emprendiendo un negocio y mi sueño es hacerlo crecer, registrar mi marca y tener un local o distribuirlo. Mi crédito será para comprar insumos y materia prima", cuenta Idalia, una mujer que tiene un negocio de mezcal y que pidió un préstamo para hacer crecer su negocio.
Los créditos solidarios que da Compartamos Banco ascendían a 4,836 millones de pesos hasta junio pasado y una de las ventajas es que son sin garantía (préstamo que se ofrece sin poner un bien a cambio de recuperar el dinero en caso de incumplimiento). A cambio, el grupo se compromete a pagar semanalmente y si alguien se atrasa: todos pagan esa deuda.
Antes de dar un crédito, los trabajadores de Compartamos Banco van a estas comunidades alejadas de la ciudad y revisan las solicitudes de las personas del grupo. Tras revisar su INE y un comprobante de domicilio, los agentes van a la ciudad a corroborar los datos y días después regresan a la comunidad para notificar si se les aprobó el crédito y por qué monto.
La base de este acuerdo es que quienes están en el grupo son personas que se conocen, por lo que el financiamiento que reciben no puede destinarse a actividades ilícitas. Las mujeres que participan se conocen y se comprometen. Tanto el personal del banco, que visita a los grupos, como la misma comunidad hacen visitas a los negocios para asegurarse de que el negocio existe.
Los promotores del banco no cargan efectivo, sólo les llevan una orden de pago o recibo que los clientes canjean en corresponsalías Yastás y sucursales del banco.
La colocación de crédito en esta región es relevante si se tiene en cuenta que en la zona sur del país, que incluye a estados como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco Campeche, Yucatán y Quintana Roo, 60% de la población tiene al menos un producto financiero, el porcentaje más bajo en el país.