Si bien no se observa una caída importante en la economía estadounidense, “esperamos para el próximo año cierta desaceleración, ver ese aterrizaje suave” de la economía estadounidense.
En línea con el Fondo Monetaria Internacional (FMI), Monex estima un crecimiento del PIB estadounidense de 1.5%.
Agregó que, a lo largo de este año, se han hecho ajustes al alza a la expectativa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos y de México.
Para Estados Unidos, las estimaciones de crecimiento a inicios de 2023 era de 0.5%, ahora se espera un aumento de 2.2%. Para México, la expectativa de crecimiento económico pasó de 0.9% a rondar el 3.3%.
"Los ajustes, explicó Quiroz, obedecen al comportamiento del mercado laboral mundial, como en Estados Unidos, México y la Eurozona, que ha registrado una tasa de desempleo baja. También ha influido el hecho de que los ahorros se mantienen elevados a nivel mundial, aunque han disminuido en Estados Unidos; así como el efecto multiplicador del gasto público, producto de los estímulos fiscales entregados durante la pandemia."
México
Además del resultado del crecimiento del PIB de 3.5% en el tercer trimestre del año, muy lejos del promedio de 1.9% entre 2008 y 2019, antes de la pandemia, hay buenas noticias en torno a la inversión fija bruta y el consumo.
Quiroz precisó que, aunque el consumo todavía no alcanza los niveles prepandemia, se ha venido reduciendo dicha brecha.
En torno a la inversión fija bruta, agregó, “ha tenido un crecimiento extraordinario”, principalmente apoyado por un mayor gasto en maquinaría y equipo importado -algo que se ha visto favorecido por la apreciación del peso frente al dólar-.
Asimismo, ya se están viendo en México los efectos del nearshoring, “al menos en una mayor utilización de la fuerza instalada actualmente. Esto lo vemos en cuanto a las importaciones que hace Estados Unidos de México. De febrero a la fecha (México), ya es el principal proveedor de Estados Unidos”, destacó Quiroz.
México y Canadá, principalmente el vecino del sur estadounidense, han sido los ganadores de las políticas proteccionistas de Estados Unidos, que empezaron con Donald Trump y continuó Joe Biden, contra China, que ha perdido terreno en las ventas a la economía más importante del mundo.