Publicidad
Publicidad

10 Riesgos para la economía en 2024

Entre los riesgos que podría enfrentar la economía global el próximo año están los conflictos armados, el cambio climático, la política china y la estadounidense, entre otros.
vie 17 noviembre 2023 05:05 AM
Perspectivas económicas 2024 mejoran, el FMI vislumbra un "aterrizaje suave"
El FMI estima que la economía global tendrá un crecimiento de 2.9% el próximo año.

Aunque el horizonte luce prometedor para la economía global para 2024, en el radar también hay algunos riesgos que pueden poner en riesgo el escenario.

“Esperamos que el crecimiento global estable, pero no espectacular, continúe hasta 2024 a medida que la incertidumbre económica retroceda y los principales bancos centrales comiencen a reducir las tasas de interés en la segunda mitad del año”, señala un reporte de The Economist Intelligence Unit Limited (EIU).

El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el crecimiento económico mundial sea de 3% este año y de 2.9% para 2024.

Publicidad

The Economist Intelligence Unit Limited ve 10 riesgos globales para el próximo año, relacionados con temas políticos, principalmente de Estados Unidos y China; militares, relacionados con una escalada en la guerra en Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina; además de riesgos relacionados con la política monetaria de los bancos centrales y con el cambio climático.

1. Política monetaria

Existe un riesgo moderado de que la inflación se acelere otra vez, debido a una firme demanda mundial y a un repunte de los precios e las materias primas debido a la escasez de oferta. Lo anterior podría provocar que los bancos centrales sigan restringiendo la política monetaria durante 2024, provocando una recesión mundial.

En los mercados emergentes, señala el reporte, tasas de interés más altas de lo esperado, pueden causar depreciaciones monetarias extremas, aumentos aún más la inflación y afectado el crecimiento.

2. Subsidios a energías verdes

Las economías de Occidente ofrecen incentivos “generosos” para que las empresas inviertan en tecnologías de energía limpia, impulsando la capacidad industrial y permitiendo una mayor competencia con China, líder en la producción de muchas tecnologías verdes.

La mayoría de los incentivos incluyen estrictos requisitos de abastecimiento de componentes -especialmente en Estados Unidos-, que ya han provocado tensiones entre la Unión Europea y Estados Unidos y, probablemente, aumentarán el costo de los insumos y de las propias energías verdes.

Si las relaciones con China experimentan una grave crisis (incluso en relación con el fortalecimiento de los vínculos entre China y Rusia, o la profundización de las preocupaciones sobre la política industrial impulsada por el Estado de China), las economías occidentales podrían aumentar los aranceles existentes sobre las importaciones chinas o acelerar las decisiones sobre investigaciones pendientes acerca de medidas antidumping y cargos de subsidio estatal.

Por lo que China tomaría represalias, posiblemente bloqueando las exportaciones de materias primas, fundamentales para la agenda de transición verde, como las tierras raras, encareciendo los esfuerzos de descarbonización para los mercados desarrollados. Lo que obligaría a las economías a considerar regresar a tecnologías basadas en carbono, advirtió The Economist Intelligence.

3. Fenómenos climáticos extremos

El impacto del cambio climático, que ha provocado fenómenos naturales extremos, puede provocar disrupciones en las cadenas de suministro. Las disrupciones, combinadas con factores geopolíticos, pueden poner un estrés más alto del esperado en las industrias que dependen de los commodities, incluida la agricultura, la minería y la manufactura; lo que llevaría a presiones inflacionarias al alza.

4. Huelgas

Las protestas y huelgas de trabajadores, como las que se han registrado en Estados Unidos, Europa, Corea del Sur y Argentina, podrían llevar a los empleados de grandes transnacionales a coordinarse para realizar huelgas a gran escala en demande de mejores salarios.

Las huelgas podrían paralizar industrias internas o servicios públicos, impactando a otros sectores o países y al crecimiento global.

5. China avanza en su intención de anexar a Taiwán

Aunque un conflicto directo entre China y Taiwán es poco probable en 2024, las tensiones son altas. Las elecciones de Taiwán en enero piden ser un punto de quiebre.

Los ejercicios militares chinos cerca de Taiwán, incluidas las incursiones chinas en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán, aumentan el riesgo de un error de cálculo que podría derivar en un incidente mayor. Además, una declaración de independencia taiwanesa (no está en el radar), podría provocar un apache chino.

Sin importar como termine, un conflicto a gran escala tendrá gran peso en la economía taiwanesa, y su industria de semiconductores quedaría, temporalmente, aislada del cadena de suministro global.

Publicidad

6. Cambio en la administración de EU

Si los republicanos llegan a la presidencia de Estados Unidos en 2024 podría traer cambios “abruptos” en la política exterior, lo que podría frenar los esfuerzos mundiales para frenar la emisión de gases de efecto invernadero, dejar de apoyar las alianzas del país -instituciones multilaterales y con sus socios en materia económica y de seguridad- y dejar de apoyar financiera y militarmente a Ucrania, impulsando la posición de Rusia en la guerra.

Lo anterior podría generar tensiones con socios estadounidenses como: la Unión Europea, Reino Unido, Australia y Japón, algo de lo que China podría tomar ventaja.

7. Aumento de los controles de China

Tras la lenta respuesta de China a la crisis del coronavirus y la desaceleración pospandémica mermaron la confianza en la capacidad del gobierno para comunicar y guiar a los mercados.

Lo anterior aumenta el riesgo de que el gobierno chino, en caso de enfrentar una recesión económica, opte por estímulos de gran magnitud en lugar de depender de mecanismos más sutiles para estabilizar la economía y los mercados. Las medidas podrían incluir, detalla el reporte, dinero, flexibilización monetaria, rescates de promotores inmobiliarios o flexibilización de las restricciones a la compra de viviendas en ciudades de primer nivel que corren el riesgo de “reinflar” burbujas de activos y alentar la especulación o precipitar la fuga de capitales.

Las críticas al gigante asiático, advierte The Economist Intelligence Unit Limited, podría llevar al gobierno a reducir su apoyo a la economía de mercados y afirmar controles estatales más directos, lo que podría implicar la reintroducción de estrictos controles de precios sobre bienes esenciales o nacionalizar el sector inmobiliario.

El daño a la confianza del sector privado sería significativo, la productividad económica disminuiría y el potencial de crecimiento de China se reduciría, lo que frenaría las perspectivas globales.

8. Conflicto Israel-Hamás

El reporte contempla la posibilidad de que el conflicto entre Israel y Hamás escale a nivel regional, lo que aumentaría el impacto económico y geopolítico.

En un mercado de petróleo ya ajustado, una disrupción en la producción y transporte de crudo desde Medio Oriente presionaría al alza los precios internacionales, encareciendo costos, particularmente de las economías importadoras de petróleo.

9. Inteligencia artificial

A pesar de que se espera que la inteligencia artificial (IA) aumentará las capacidades humanas, dando una oportunidad para aumentar la productividad, la adopción generalizada de esta tecnología y su uso en redes sociales, aumentará el riesgo de propagación de campañas de información flash a través de diversas plataformas (texto, imagen, audio y video) durante lo próximo años. Lo que podría cambiar el resultado de las principales elecciones que tendrán lugar en 2024, incluido las del Parlamento de la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido, India y Taiwán, erosionando la confianza de los votantes en los sistemas políticos.

10. Escalada de la guerra entre Rusia y Ucrania

La invasión de Rusia a Ucrania alimentó tensiones geopolíticas y aceleró la fragmentación global. La ruptura de las relaciones entre países occidentales y Rusia ha planteado riesgos militares, incluidos ciberataques a infraestructura crítica.

En caso de un incidente muy visible, el país atacado probablemente tomará represalias. Los aliados occidentales presentarían un frente unido, mientras Rusia intentaría convencer a otras naciones, en particular China e Irán, para que se unieran al conflicto. Un conflicto así sería devastador; la economía global caería en una profunda recesión, con graves consecuencias humanas y muertes a gran escala. Podría adoptar una forma nuclear, lo que tendría consecuencias catastróficas.

Publicidad

Tags

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad