The Economist Intelligence Unit Limited ve 10 riesgos globales para el próximo año, relacionados con temas políticos, principalmente de Estados Unidos y China; militares, relacionados con una escalada en la guerra en Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina; además de riesgos relacionados con la política monetaria de los bancos centrales y con el cambio climático.
1. Política monetaria
Existe un riesgo moderado de que la inflación se acelere otra vez, debido a una firme demanda mundial y a un repunte de los precios e las materias primas debido a la escasez de oferta. Lo anterior podría provocar que los bancos centrales sigan restringiendo la política monetaria durante 2024, provocando una recesión mundial.
En los mercados emergentes, señala el reporte, tasas de interés más altas de lo esperado, pueden causar depreciaciones monetarias extremas, aumentos aún más la inflación y afectado el crecimiento.
2. Subsidios a energías verdes
Las economías de Occidente ofrecen incentivos “generosos” para que las empresas inviertan en tecnologías de energía limpia, impulsando la capacidad industrial y permitiendo una mayor competencia con China, líder en la producción de muchas tecnologías verdes.
La mayoría de los incentivos incluyen estrictos requisitos de abastecimiento de componentes -especialmente en Estados Unidos-, que ya han provocado tensiones entre la Unión Europea y Estados Unidos y, probablemente, aumentarán el costo de los insumos y de las propias energías verdes.
Si las relaciones con China experimentan una grave crisis (incluso en relación con el fortalecimiento de los vínculos entre China y Rusia, o la profundización de las preocupaciones sobre la política industrial impulsada por el Estado de China), las economías occidentales podrían aumentar los aranceles existentes sobre las importaciones chinas o acelerar las decisiones sobre investigaciones pendientes acerca de medidas antidumping y cargos de subsidio estatal.
Por lo que China tomaría represalias, posiblemente bloqueando las exportaciones de materias primas, fundamentales para la agenda de transición verde, como las tierras raras, encareciendo los esfuerzos de descarbonización para los mercados desarrollados. Lo que obligaría a las economías a considerar regresar a tecnologías basadas en carbono, advirtió The Economist Intelligence.
3. Fenómenos climáticos extremos
El impacto del cambio climático, que ha provocado fenómenos naturales extremos, puede provocar disrupciones en las cadenas de suministro. Las disrupciones, combinadas con factores geopolíticos, pueden poner un estrés más alto del esperado en las industrias que dependen de los commodities, incluida la agricultura, la minería y la manufactura; lo que llevaría a presiones inflacionarias al alza.
4. Huelgas
Las protestas y huelgas de trabajadores, como las que se han registrado en Estados Unidos, Europa, Corea del Sur y Argentina, podrían llevar a los empleados de grandes transnacionales a coordinarse para realizar huelgas a gran escala en demande de mejores salarios.
Las huelgas podrían paralizar industrias internas o servicios públicos, impactando a otros sectores o países y al crecimiento global.
5. China avanza en su intención de anexar a Taiwán
Aunque un conflicto directo entre China y Taiwán es poco probable en 2024, las tensiones son altas. Las elecciones de Taiwán en enero piden ser un punto de quiebre.
Los ejercicios militares chinos cerca de Taiwán, incluidas las incursiones chinas en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán, aumentan el riesgo de un error de cálculo que podría derivar en un incidente mayor. Además, una declaración de independencia taiwanesa (no está en el radar), podría provocar un apache chino.
Sin importar como termine, un conflicto a gran escala tendrá gran peso en la economía taiwanesa, y su industria de semiconductores quedaría, temporalmente, aislada del cadena de suministro global.