Reducir el gasto podría implicar un recorte en áreas como la salud y algunas obras de infraestructura, a consideración de Gabriela Siller, directora de análisis económico financiero en Banco Base. "Se empezarán a deteriorar más carreteras y, por lo tanto, no ayudarán a la oportunidad del nearshoring", destacó.
Para J.P. Morgan, las presiones fiscales que ha sufrido México en los últimos años ha sido por un crecimiento económico bajo ante la relación deuda/PIB. Para este 2023, se estima un crecimiento de 3.5% y para 2024, de 2.7%.
En los últimos meses, ante la reubicación de las inversiones que han impulsado el crecimiento del consumo y ante un aumento en el empleo formal y los salarios, el gobierno recauda más por IVA e ISR.
"La necesidad de aumentar los ingresos tiene que ver con la necesidad de no depender tanto de los impuestos especiales que muchas veces generan presión innecesaria. Lo hemos visto a partir de lo que ha pasado con el subsidio de las gasolinas y, por otro lado, la dependencia en los impuestos que han venido pagando y ajustando al alza al inicio de cada cada año como los alimentos con alto contenido calórico, cigarros y bebidas azucaradas", dijo Gabriel Lozano, economista en Jefe de J.P. Morgan para México y Centroamérica.
El banco estima que hacia lo siguientes años se puede tratar de homologar impuestos como el predial -que no es obligatorio en todos los estados.
"El impuesto predial podría favorecer en términos de recaudación local y podría darle un impulso para balancear el gasto y el ingreso local tanto a nivel municipal como a nivel estatal", añadió.