Las autoridades monetarias del banco central estadounidense quieren tener más seguridad de que la inflación está en una senda firme hacia su objetivo del 2% antes de reducir la tasa oficial, ahora en el rango de entre 5.25% y 5.5%.
“El tema principal es la calibración monetaria. ¿cuánto mantenemos las pausas?, ¿cuándo empezamos a recortar? Y ¿en qué magnitud? Si lo hacemos mal, es probable que se caiga en recesión porque se mantiene una tasa de interés elevada, pero si se hace muy rápido, de manera prematura, también es probable que los niveles de inflación permanezcan elevados”, dijo el miércoles Víctor Ceja, economista en jefe de Valores Mexicanos (Valmex).
Los datos del jueves no lo lograron, ya que los precios de la vivienda no se enfriaron como esperaban los responsables de la Fed. También subieron los precios de los autos usados, las tarifas aéreas y los servicios médicos.
"El resultado del informe de inflación de hoy es que el dragón de la inflación, aunque mutilado, aún no ha muerto", dijo Jason Pride, de Glenmede.
Los contratos de futuros que se ajustan a la tasa oficial de la Fed siguen valorando en un 65% la probabilidad de un recorte de tipos en marzo, frente al 70% previo al informe, y ven los tipos por debajo del 4% a fines de año.
Estas apuestas son mucho más agresivas de lo que las propias autoridades de la Fed señalaron el mes pasado, cuando fijaron la tasa oficial para finales de año en el 4.6%.
Con información de Reuters
