El paso del huracán y el arrastre de embarcaciones han puesto sobre la mesa temas de contaminación, así como el arrastre de naves que se hundieron.
La Secretaría de la Marina estableció protocolos para la búsqueda de personas y el dato oficial fueron más de 50 personas muertas.
Una vez que la Marina termina las labores de búsqueda de personas, inician las labores de búsqueda y rescate de navíos, explica en entrevista Carlos Jiménez, Director de Daños y Automóviles de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
“Son ellos los que abren zonas que se pueden explorar y tienen que priorizar la integridad y búsqueda de personas bajo protocolos muy cuidados”, dijo.
Para recuperar estas embarcaciones se requieren de una especie de grúas acuáticas cuando hay hundimiento, aunque hay otras embarcaciones que chocaron y la cobertura funciona de manera similar a los autos.
Hasta el cierre del año pasado, la AMIS tenía el registro de 12,905 embarcaciones aseguradas y 915 estaban en Guerrero.
El estado es el quinto donde más se aseguran embarcaciones, por detrás de Quintana Roo, Baja California Sur, Jalisco y Sonora.
Tras el paso de Otis, las aseguradoras han indemnizado a 211 embarcaciones afectadas por el huracán por un monto de casi 920 millones de pesos. El costo promedio que está pagando la industria por embarcación es de 4.3 millones en promedio.
Un seguro marítimo, como también se le conoce a este tipo de seguros, protege de riesgos como daños en el embarcadero, daños para pasajeros (que es similar al de responsabilidad civil que tienen los autos), y seguros por huracanes como sucedió con Otis.
¿Qué se necesita para asegurar una embarcación?
Las aseguradoras que ofrecen este tipo de seguros piden a los propietarios que sean embarcaciones con documentos en regla para navegar en aguas mexicanas, número de serie, número de motores y capacidad de personas a bordo.
Los dueños de embarcaciones tienen la obligación de acatar las instrucciones de las autoridades en caso de alerta de huracán y dar aviso lo más pronto posible a la aseguradora cuando ocurre un siniestro como pérdida o daño.
Oscar Pineda, director Ejecutivo Técnico de Mapfre México, explicó que en caso de huracanes como fue el caso de Otis, el propietario de la embarcación tiene que buscarla y en caso de detectar hundimiento, la aseguradora le ayuda a buscar una empresa que ayudará a sacarla del agua.
La aseguradora da al afectado una suma de dinero que le ayuda a pagar parte de lo que cobra la grúa acuática.
Por ley, la persona afectada no puede tardar más de dos años en reclamar su daño y por ello es que se recomienda que los papeles de las embarcaciones siempre estén en un lugar seguro.
¿Qué cubren estos seguros?
Los datos de Mapfre señalan que, dependiendo de las pólizas y las empresas, se cubren “peligros de los mares, ríos, lagos u otras aguas navegables”. En el caso de que la embarcación sea un velero no se cubren daños o pérdidas a mástiles, velamen, cubiertas protectoras y aparejos causados por la acción del viento y del agua, o cualquier otro fenómeno atmosférico.
También se cubren siniestros como incendio (tanto a flote como en tierra), echazón por avería, piratería y colisión con equipos o instalaciones de muelle o puerto, naves aéreas y objetos caídos de los mismos.
La cobertura incluye terremotos, erupciones volcánicas o rayos, así como robo total.