La agencia estima que entre 2016 y 2019, hablando en términos netos, en promedio de la transferencia de recursos al gobierno de Pemex fue de 375,000 millones de pesos (mdp) al año, mientras que, en los últimos dos años, la empresa productiva del Estado ha recibido 24,000 mdp.
"Es un cambio muy importante que obviamente ha perjudicado las finanzas del gobierno federal, pero por otro, hay que considerar lo que Pemex ha hecho con esos recursos", apuntó.
Entre 2021 y 2023, Pemex pudo desendeudarse en aproximadamente 71,000 mdp al año; en contraste, entre 2016 y 2019, estaba endeudándose en 82,000 mdp.
Destacó que en 2018 la deuda neta de la empresa productiva del Estado representaba 8.1% del PIB nacional; para 2023 se calcula que dicho pasivo bajó a 5.3%. "No sólo ha bajado en términos nominales, pero con un costo importante para el gobierno", aseguró.
Además, la petrolera ha podido destinar más recursos a sus proyectos productivos. "El reto en el futuro es que Pemex tiene que hacer rendir esas fuertes inversiones en más producción y en términos de margen, eso esperamos, pero de manera moderada", dijo Felix Boni.
Algo que también resalta es que la deuda de Pemex va a seguir bajando, pero la perspectiva para la deuda del gobierno es diferente, pues todavía se espera más incremento, lo cual, sí podría poner a la baja su calificación soberana.
En ese aspecto, el experto apuntó que aunque es realizable una consolidación fiscal para 2025 como lo planteó el secretario de Hacienda Rogelio de la O, no van a ser los niveles deseados, ya que el gobierno indica que para ese año, los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) sean 3% del PIB; la estimación de HR Ratings es de 4.15%.