El consejo de administración de Sabadell rechazó la propuesta inicial de adquisición de BBVA por considerar que infravaloraba significativamente el potencial de la compañía y sus perspectivas de crecimiento.
La semana pasada, el CEO del Sabadell, César González-Bueno, dijo que el oferente había subestimado el efecto negativo de la unión sobre las reservas de capital y sobrestimado el ahorro de costes.
La unión del segundo y el cuarto mayores bancos del país, tras el fracaso de un intento similar en 2020, crearía una entidad con más de un billón de euros en activos totales.
BBVA ofreció este mes una acción de nueva emisión de BBVA por cada 4.83 acciones de Sabadell, una prima del 30% sobre los precios de cierre del 29 de abril. La prima rondaba el 8% el viernes, valorando Sabadell en unos 11,200 millones de euros, según cálculos de Reuters.
La oferta, que necesita la aprobación mínima del 50.01% de los accionistas del Sabadell, provocó la oposición del Gobierno, que dijo temer que el sistema financiero español se vea perjudicado y se pierdan puestos de trabajo.
Según la legislación española, el Gobierno no puede detener el proceso de adquisición, pero tiene la última palabra a la hora de permitir una adquisición o una fusión.
BBVA intentará convencer a los reguladores de las ventajas de la operación, una fase que, según el banco, podría llevar entre seis y ocho meses, antes de acudir formalmente a los accionistas.
El banco espera que la operación se complete a mediados de 2025.