Para 2024 el presupuesto aprobado para salud mental suma 3,819 millones de pesos, si bien representa un incremento de 7.3% respecto al año pasado, este es insuficiente para cerrar la brecha que existe en comparación con las recomendaciones internacionales. Por lo que México necesitaría triplicar su inversión actual para alcanzar los niveles óptimos de atención, consideró el centro de investigación.
Además, los recursos ejercidos en 2023 presentan una reducción de 7.9% respecto a 2016, destacó el CIEP previo al 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental.
Para la presentación del Paquete Económico habrá que estar atentos que porcentaje se destinará a este concepto, pues el Proyecto de Nación 2024-2030 incluye el Programa Nacional de Salud Mental como una de sus iniciativas clave, el cual pretende que todas las personas tengan acceso a la atención en salud mental con un enfoque en jóvenes, adultos mayores y víctimas de violencia. Además de crear entornos saludables en escuelas, hogares y comunidades, para el bienestar mental desde la infancia.
La salud mental es un pilar fundamental en la vida de cada persona y en el bienestar de una comunidad en su conjunto. Una inversión estratégica con un aumento significativo podría reducir los costos económicos y sociales derivados de los trastornos mentales. Es imperativo que las políticas públicas prioricen la salud mental como un tema crucial para el bienestar de toda la población.
Destacó que los recursos para salud mental en 2024 se dividen entre la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA) creada en 2023, con el 62% del presupuesto; el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz con el 14%; y los Centros de Integración Juvenil, A.C, con el 24%. Cabe señalar que el presupuesto de la CONASAMA, después de su consolidación en 2023, incrementó 130%, mientras que el de los Centros de Integración Juvenil, A.C lo hizo en 1.5%, y el del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente presentó una reducción de 1.9%.