Recalcó que la correlación entre el ciclo manufacturero de Estados Unidos y el de México es mucho más fuerte que en 2016, cuando ganó Trump su primera elección presidencial.
Lo cual quiere decir que la retórica del republicano no afectó la integración entre ambos países. Y, de hecho, los tres estados que votaron por Trump y que más importan bienes mexicanos serían los más perjudicados, si el nuevo presidente de Estados Unidos cumple su promesa de imponer aranceles a México.
De todas las exportaciones que van hacia el país del norte, Texas compra el 30%, detalló el economista, durante su participación en la Cumbre Empresarial de Líderes en Nayarit.
Por lo cual los empresarios de este estado verían dispararse sus costos si Trump cumple sus amenazas contra el comercio bilateral.
A la inversa, Texas, cuyo gobernador se ha pronunciado por cerrar la frontera ante la "invasión de migrantes", concentra el 40% de las importaciones que hace México desde Estados Unidos de bienes intermedios.
Por otro lado, reconoció que la posibilidad de que Estados Unidos trate de romper con el TMEC no es cero, pero "la lógica indica que el acuerdo seguirá".
"Lo que a Trump le gustaría es que estos tratados fueran bilaterales, para tener más control. Pero a México y a Canadá les conviene que sea tripartita para tener más poder de negociación", explicó. Y los empresarios de allá tendrán que hacer ver que salirse del TMEC sería un error, señaló.