El crecimiento, en pesos, es el más grande del que se tiene registro desde 2018, cuando entró la administración de Andrés Manuel López Obrador, concentrada en el combarte a la evasión y elusión fiscal con la ayuda del uso de tecnología, y la digitalización de procesos y documentos, que empezó en la administración de Enrique Peña Nieto.
El ritmo en el crecimiento de las deudas con el fisco obedece a la exactitud del SAT a la hora de implementar un crédito fiscal, gracias al uso de inteligencia artificial en su sistema que empezó en 2024.
“No hay fórmula mágica, la fórmula es que el gobierno ha decidido ser mucho más enérgico y eficiente en el manejo de las auditorías mediante el uso de tecnología. Pasaron varios años construyendo un sistema bastante sofisticado, que hoy incluso, ya incluye inteligencia artificial. Tenemos ya años proveyendo muchísima información vía electrónica. Recién todas las condiciones están para que puedan tener una identificación muy rápida de señales de riesgo y de enfocar sus auditorías”, explicó en entrevista José Manuel Ramírez, socio y líder de Alvarez & Marsal Tax México.
La imposición de los créditos se concentró en las personas morales (90% de los créditos), de los cuales más del 40% son grandes contribuyentes.
El especialista en materia de impuestos considera que la fiscalización a las grandes empresas continuará como una tendencia, al menos en los siguientes cinco o 10 años, extendiéndose a sectores específicos y a empresas de menor tamaño.
“Esa va a ser la tendencia; más fiscalización, esperamos que el SAT mejore su forma de fiscalizar con la tecnología y también que las empresas estén cada vez más preparadas para coadyuvar en las auditorías, pero siempre hay situaciones en las cuales no pueda llegarse a un acuerdo, y por lo tanto nuestras leyes fiscales y la Constitución establecen una serie de mecanismos a disposición de los contribuyentes para defender sus intereses cuando así proceda”, explicó Ramírez.