"La reunión debería ir muy bien", escribió Trump.
Trump habló el jueves con el presidente chino, Xi Jinping, en una rara llamada de líder a líder en medio de semanas de tensiones comerciales en ciernes y una disputa sobre minerales críticos.
Trump y Xi acordaron visitarse mutuamente y pidieron a sus equipos que mantuvieran conversaciones mientras tanto.
Los países llegaron a un acuerdo de 90 días el 12 de mayo en Ginebra para reducir algunos de los aranceles de tres dígitos que se habían impuesto mutuamente desde que Trump volvió a la presidencia en enero.
Ese acuerdo preliminar desencadenó un repunte global de alivio en los mercados bursátiles, y los índices estadounidenses que habían estado en niveles de mercado bajista o cerca de ellos se han recuperado de la mayor parte de sus pérdidas.
El índice bursátil S&P 500 .SPX, que en su punto más bajo a principios de abril cayó casi un 18% después de que Trump desvelara sus aranceles radicales del "Día de la Liberación" sobre productos de todo el mundo, está ahora solo un 2% por debajo de su máximo histórico de mediados de febrero.
El último tercio de ese repunte se produjo tras la tregua entre ambos países alcanzada en Ginebra.
Aun así, ese acuerdo temporal no abordó preocupaciones más amplias que tensan la relación bilateral, desde el comercio ilícito de fentanilo hasta el estatus de Taiwán, gobernado democráticamente, y las quejas de Estados Unidos sobre el modelo económico chino, dominado por el Estado e impulsado por las exportaciones.
Trump ha amenazado repetidamente con una serie de medidas punitivas a sus socios comerciales, solo para revocar algunas de ellas en el último minuto. Esta actitud intermitente ha desconcertado a los líderes mundiales y asustado a los empresarios.
China considera la exportación de minerales una fuente de influencia. La interrupción de esas exportaciones podría ejercer presión política interna sobre el presidente republicano de Estados Unidos si el crecimiento económico disminuye porque las empresas no pueden fabricar productos derivados de los minerales.
En los últimos años, las autoridades estadounidenses han identificado a China como su principal rival geopolítico y el único país del mundo capaz de desafiar a Estados Unidos económica y militarmente.