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Países diversificados enfrentan tres veces menos inestabilidad en comercio

Los países que diversifican sus mercados y se respaldan en acuerdos comerciales amplios enfrentan mejor la tormenta de la incertidumbre.
jue 02 octubre 2025 05:08 PM
Las dos opciones que tienen los países para enfrentar la volatilidad comercial y el ejemplo es China
La UNCTAD advierte que la incertidumbre se convirtió en un obstáculo más dañino que los propios aranceles. (thitivong/Getty Images)

La nueva ola de aranceles lanzada por Donald Trump mostró que el poder de un país en el comercio mundial no depende solo de cuánto exporta, sino de su capacidad para resistir cambios inesperados en las reglas del juego. En ese escenario, los países que diversifican sus mercados y se respaldan en acuerdos comerciales amplios enfrentan mejor la tormenta de la incertidumbre.

Los datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) son contundentes, pues las economías con mercados diversificados registraron una volatilidad promedio de 0.06 puntos en sus exportaciones, mientras que aquellas concentradas en pocos destinos alcanzaron 0.17 puntos, casi tres veces más inestables.

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Esa diferencia se obtiene a partir de un ejercicio que divide a los países en dos grupos: los diversificados, con un mayor número promedio de socios comerciales en 2024, y los no diversificados, con exportaciones concentradas.

La volatilidad se midió mediante el coeficiente de variación, un indicador estadístico que compara cuánto fluctúan los envíos respecto a su promedio en periodos de tres meses. Es decir, se representa la magnitud de la inestabilidad relativa en cada grupo.

Luz María de la Mora, directora de Comercio Internacional y Productos Básicos en la UNCTAD, advierte que la incertidumbre se convirtió en un obstáculo más dañino que los propios aranceles. Las empresas pueden absorber un mayor costo, pero lo que paraliza la inversión es no saber qué decisión tomará Washington la semana siguiente ni cuándo entrará en vigor.

El Índice de Incertidumbre Comercial Global que elabora también UNCTAD alcanzó en 2025 un nivel cuatro veces mayor al que se registraba antes de la crisis financiera de 2008. Esa volatilidad ya golpea con fuerza a los países en desarrollo, cuyas exportaciones a Estados Unidos experimentan oscilaciones hasta dos veces más pronunciadas que las de las economías avanzadas.

Frente a este panorama, dos factores ofrecen protección. El primero es la diversificación de mercados. China ilustra esa ventaja. En el segundo trimestre de 2025, sus ventas a Estados Unidos cayeron, pero las colocaciones en otros países aumentaron y lograron compensar la pérdida. El resultado fue un crecimiento total de sus exportaciones y un impacto limitado en su economía.

México frente a la concentración

México enfrenta un dilema en este terreno. Aunque sus exportaciones no muestran un desplome, la concentración en un solo destino es evidente. Más de 80% de lo que vende al exterior termina en Estados Unidos. La cercanía geográfica, la complementariedad productiva y el tamaño del mercado convierten a la economía estadounidense en un imán casi imposible de eludir.

Sergio Silva Castañeda, titular de la Unidad de Fomento y Crecimiento Económico de la Secretaría de Economía, reconoce que diversificar sería lo ideal, pero plantea la complejidad del reto. “Cualquier actor económico en México debe tener en mente la idea de diversificar, pero somos un país que comparte una frontera de 3,000 kilómetros con la economía más grande del mundo. Además, este es un país de libre empresa. No podemos decirles a los empresarios que no exporten a Estados Unidos mientras ese siga siendo el negocio más rentable”, afirma.

El caso del sector automotriz mexicano lo demuestra. La industria está diseñada para atender la demanda de camionetas pickup en el sur de Estados Unidos. Esa misma producción difícilmente encontraría mercado en otras regiones. Modificar las líneas para fabricar modelos distintos implicaría tiempo y grandes inversiones, además de la necesidad de abrir mercados lo bastante amplios para justificar el cambio.

Acuerdos como paraguas de estabilidad

El segundo escudo frente a la volatilidad son los acuerdos comerciales. Estos pactos ofrecen reglas claras, certidumbre jurídica y mecanismos de solución de controversias que permiten planear en el largo plazo. Los datos de UNCTAD confirman que el comercio dentro de acuerdos regionales es menos volátil que aquel que se desarrolla fuera de ellos. En 2025, la variabilidad del comercio bajo tratados se situó en 0.15 puntos, mientras que el no cubierto alcanzó 0.21 puntos.

De la Mora subraya que los acuerdos de libre comercio y los regionales brindan previsibilidad y estabilidad, elementos clave para que las empresas se animen a invertir incluso en un entorno de incertidumbre global. Las compañías que participan en cadenas de valor dentro de un acuerdo tienden a sufrir menos disrupciones y a mantener sus planes de largo plazo.

No obstante, los tratados no son inmunes. El T-MEC ofrece un ejemplo claro. Mientras uno de sus miembros modifica de manera unilateral su política comercial, el valor del acuerdo se debilita. Esto refleja que la eficacia de los tratados depende también de la coherencia de las políticas de sus integrantes.

Aun con esas limitaciones, los acuerdos siguen siendo un pilar de estabilidad. Proveen un marco legal que protege frente a cambios súbitos, establecen mecanismos de resolución de disputas y ofrecen certidumbre a los inversionistas. En un mundo en el que la política comercial se utiliza cada vez más como herramienta de presión interna y externa, esa red de protección resulta crucial.

La volatilidad arancelaria de la era Trump reconfiguró la forma de entender el comercio internacional. No se trata únicamente de producir y vender, sino de hacerlo con estrategias que reduzcan riesgos.

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