Advirtió que la llegada masiva de vehículos importados sin valor agregado local amenaza una cadena automotriz que sostiene un millón 300,000 empleos. Bajo ese escenario, afirmó que el arancel representa la herramienta central para evitar un deterioro mayor y preservar la estructura productiva del país.
Ebrard descartó motivaciones geopolíticas en el caso de China. Señaló que el paquete arancelario cubre solo 8% del comercio exterior y que su objetivo se centra en equilibrar el terreno para productores nacionales que no pueden competir contra precios artificiales. Comparó los descuentos aplicados por los exportadores con los remates de fin de temporada, donde un actor con inventarios excesivos reduce precios a niveles que ningún competidor puede igualar.
Bajo impacto en la inflación
El secretario aseguró que el diseño del paquete busca proteger a los trabajadores sin generar presiones significativas sobre los precios. Estimó que el efecto agregado en la inflación será cercano a 0.2 puntos porcentuales y precisó que los aumentos más altos recaen en productos terminados, no en insumos industriales. Con ello, pretende limitar costos indirectos y evitar afectaciones en las cadenas de suministro que sostienen la manufactura mexicana.
Informó que la recaudación prevista en la Ley de Ingresos asciende a 70,000 millones de pesos, cifra que el gobierno considera compatible con un impacto moderado para productores y consumidores. Ebrard destacó que el paquete pasó por una revisión técnica con 30 sectores, incluidas cámaras empresariales de China, India, Corea del Sur e Indonesia, proceso que permitió ajustar fracciones arancelarias sin sustitutos locales.
“Es como poner el piso parejo, ¿no? Esto no es contra un país. Con China tenemos muy buena relación, vamos a seguir dialogando, pero a ver, China tiene restricciones sanitarias a los productos, se entiende, o en algunos sectores se entiende, su política, y no lo veo como una diferencia política", dijo el funcionario.