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Aranceles a China frenan tecnología, golpean cadenas y presionan el bolsillo familiar

Más de 1,463 fracciones arancelarias enfrentan alzas que detienen inversiones, ralentizan producción y tensionan cadenas que dependen de insumos esenciales.
mié 10 diciembre 2025 01:00 PM
China quiere unirse al TPP-11
China es el segundo proveedor de bienes de México. (Foto: iStock)

El gobierno mexicano asegura que los aranceles para bienes provenientes de países sin tratado, con énfasis en China, buscan fortalecer la industria nacional. Sin embargo, voces empresariales y comerciales advierten que el país corre el riesgo de cerrar la puerta equivocada. Una política arancelaria general, acelerada y sin revisión detallada golpeará el corazón de la manufactura, la economía popular y la inversión extranjera.

La reforma avalada por el Congreso ajusta fracciones arancelarias de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación que abarcan 51,910 millones de dólares en importaciones, una proporción equivalente a 8.3% del total nacional.

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Sergio Huerta Pantoni, director general de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China, indicó que el gigante asiático concentra casi 58% de los bienes que México compra sin tratado y, por esa razón, la medida toca segmentos de manufactura que sostienen producción, empleo y exportaciones.

Para Huerta, el riesgo es profundo, porque sin insumos eléctricos, electrónicos y componentes críticos, la cadena de valor pierde ritmo. Esa disrupción se refleja en precios más altos para las familias y en menor competitividad para el país.

La propuesta aprobada eleva 1,463 fracciones arancelarias de sectores como automotriz, textil, vestido, plástico, electrodomésticos y calzado, entre otros, con un impacto centrado en productos de origen chino.

La iniciativa original, presentada en septiembre por la presidenta Claudia Sheinbaum, planteaba tasas de hasta 50%, aunque la mayoría quedó reducida a niveles entre 20 y 35% durante el proceso legislativo.

El gobierno de México sostiene que la medida responde a la ola de importaciones chinas que desplazan industrias nacionales mediante prácticas de competencia desleal. En 2024 las compras a Beijing alcanzaron un récord cercano a 130,000 millones de dólares y todo apunta a una nueva marca este año, pues hasta octubre suman más de 109,000 millones.

El director de la Cámara subrayó que si de combatir prácticas desleales se trata, México ya cuenta con herramientas para investigar. Una barrida arancelaria no distingue entre sectores, ni cadenas y activa una reacción inevitable.

El gigante asiático evalúa medidas espejo

China anunció que evalúa medidas espejo. Si México paga más por entrar al mercado chino, la exportación nacional se encarece y pierde acceso en sectores donde el país desea consolidarse.

En su visión, México aspira a una industria avanzada. Habla de semiconductores, electromovilidad y tecnología. Esos objetivos requieren proveedores confiables y un ecosistema global integrado. China participa en esa red y tiene disposición de transferir tecnología y ampliar su presencia industrial. Para que eso suceda, dijo, el país necesita claridad, no discriminación, trato nacional y reglas estables.

La Cámara pedía un plazo razonable para ordenar la discusión, y tomar como referencia el estándar de la Organización Mundial de Comercio. Un periodo de seis meses permitiría un análisis profundo sobre sustitución real de importaciones y disponibilidad de insumos.

El sector considera que la prisa en la implementación genera incertidumbre y no deja espacio para evaluar alternativas que mantengan la actividad industrial sin sobresaltos, pero el Congreso desoyó esta petición.

Menos empleo formal

Octavio de la Torre, presidente de CONCANACO SERVYTUR, afirmó que el sector que aporta 66% del PIB no recibió consulta cuando el Ejecutivo presentó la iniciativa. Explicó que el acercamiento ocurrió apenas hace unos días, durante las consultas de la Comisión de Comercio, Competitividad y Economía de la Cámara de Diputados, y advirtió que decisiones sin diagnóstico técnico ya provocan una contracción en segmentos industriales y de servicios, además de una disminución del empleo formal.

De la Torre describió un desgaste relevante en regiones clave para la integración productiva. Explicó que en la frontera norte se observa una inusual disponibilidad de bodegas y una caída del empleo formal, señales que atribuyó a medidas que afectan bienes intermedios esenciales para manufactura y servicios de exportación.

Añadió que por más de cuatro décadas los modelos de maquila y transformación sustentaron el comercio exterior mexicano, y que cualquier arancel mal calibrado golpea esas cadenas. También subrayó que el país no produce una parte importante de los insumos que utiliza, por lo que pidió evitar que se afecten bienes intermedios que sostienen miles de empleos y la competitividad de empresas instaladas en México.

El líder empresarial llamó a revisar la experiencia asiática, donde los ajustes se aplicaron por empresa y bajo metas de productividad, no como castigos generalizados.

Afectados

Señaló que una sustitución de importaciones sin diagnósticos sectoriales puede debilitar empresas nacionales y frenar inversiones. Además, advirtió que las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes)—el 99% de las empresas del país— quedarían expuestas, pues enfrentan mayores retos para integrarse a cadenas de valor y asumir costos adicionales derivados de impuestos que no consideran realidades productivas específicas. Se deben conocer impactos sobre servicios, transporte, logística y actividades que dependen del funcionamiento de plantas industriales.

Joaquín Aguirre Ruiz, consejero delegado de Antad y Coparmex, explicó que la política arancelaria solo funciona cuando se enfoca en productos sin producción nacional o con oferta insuficiente. Subrayó que cualquier aumento se traslada de inmediato al precio final y afecta sobre todo a consumidores de menores ingresos.

Ejemplificó con microondas, refrigeradores básicos, juguetes y ventiladores, bienes sin producción nacional o con manufactura limitada que sufrirían alzas directas sin generar industrialización en el corto plazo.

Aguirre recordó que incrementar aranceles no garantiza mayor producción nacional si no se resuelven problemas estructurales como trámites regulatorios excesivos, falta de crédito a mipymes, ausencia de incentivos fiscales y costos crecientes asociados a la nueva ley aduanera. Señaló que México puede fortalecer su industria, pero no a costa de la economía popular ni con medidas amplias que omiten diferencias sectoriales.

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