Chicle 100% mexicano, en bocas europeas
En 1994, un grupo de consultores de Asesoría Forestal Participativa (dedicados a la creación de empresas forestales) llegó a Quintana Roo con la meta de que el chicle natural de la región volviera a la boca de la gente.
El uso de polímeros para elaborar goma sintética se había incrementado y la producción de chicle alcanzaba sólo 100 toneladas de las 6,000 que se generaban en México 30 años antes.
En ese momento, Impulsora y Exportadora Nacional, filial del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), era la única compañía facultada para exportar el material. Pero los consultores estaban decididos a cambiar el escenario.
Primero, alzaron la mano para pedirle al gobierno que les dejara participar en el negocio.El proceso tardó nueve años.
Pero cuando las condiciones cambiaron, los consultores reunieron a 40 cooperativas de Quintana Roo y Campeche para crear en 2003 Consorcio Chiclero, una empresa social comandada por José Manuel Aldrete Terrazas, seleccionado por la revista Expansión como uno de los Emprendedores del Año .
Con recursos propios y préstamos bancarios que sumaron 2 millones de pesos (MDP), la empresa dedicó sus primeros dos años de vida al desarrollo de Chicza, la primera goma de mascar orgánica mexicana que se vende en tiendas exclusivas en Europa y espacios dedicados a la venta de productos orgánicos, un nicho creciente en el Viejo Mundo y en Asia.
“Nuestro producto no es masivo, debe ir a un cliente consciente, que sabe lo que se lleva a la boca”, dice Aldrete Terrazas, quien junto con ocho socios tiene una participación de 12% en la firma.
Gracias a Chicza, Consorcio Chiclero ha exportado casi 100 toneladas de chicle natural y sus ventas suman más de 28 millones de pesos. En 2012, la firma invertirá 13 millones de pesos para incrementar la infraestructura del negocio y aumentar su capacidad de producción a 300 toneladas.
La estrategia fue iniciar con una oficina de representación en Inglaterra para vender en el exterior una delicatessen que sólo México puede fabricar: chicles en una presentación de 30 gramos, un costo cercano a los 30 pesos y en tres diferentes sabores: limón, yerbabuena y menta.
Ahora, la marca Chicza está presente en 14 países, entre ellos Austria, Suiza, Italia, Checoslovaquia y Dinamarca; México no está en la lista.
El lanzamiento de Chicza en el país no será sino hasta febrero de 2011, con una presentación de 15 gramos que permitirá un precio más accesible, para hacer frente a la competencia.
Además, Consorcio Chiclero adaptó su producto: “Habrá sabores de frutas rojas, canela y naranja”, explica Aldrete.
Un detalle del negocio: l os cooperativistas tienen el control de toda la cadena productiva , y además de fabricar el chicle en México, poseen una empresa importadora así como una distribuidora con sede Inglaterra.
Entre otras de las iniciativas de la empresa está la creación de reservas forestales comunitarias y un programa de recuperación de suelos erosionados que en otros tiempos fueron utilizados para la agricultura.
Entre 2008 y 2009, junto con la fundación HSBC, invirtieron 4.6 MDP para recuperar 23,000 hectáreas.
- Empresa: Consorcio Chiclero
- Inicio de operaciones: 2003
- Inversión inicial: 2 millones de pesos
- Facturación: 28 millones de pesos desde que lanzó Chicza
- Empleados: 24 y 1,800 productores