Los 3 retos del emprendedor social
Los problemas sociales y ambientales también son fuente de ideas de negocio. Desde el desarrollo de escuelas a bajo costo para las poblaciones de escasos recursos, hasta alguna solución para proveer agua potable a las colonias donde no alcanza a llegar, todos estos proyectos requieren recursos para materializarse y es ahí donde inician los desafíos para el emprendedor.
"Existe el mito de que emprendedor social no debe ganar dinero porque está realizando una labor que tiene como objetivo principal ayudar; sin embargo, se debe tomar en cuenta que existen modelos de negocios que cumplen con la función social y el esquema de rentabilidad sin causar conflictos de intereses", explica Armando Laborde, director de la red de emprendedores sociales Ashoka para México y Centroamérica.
Un camino empedrado
El primer reto del emprendedor social que busca un modelo rentable de negocio es definir una estrategia que le permita balancear la rentabilidad con el impacto social. El análisis de los beneficios sociales debe ser minucioso; por ejemplo, puedes buscar solucionar un problema ambiental a partir de la reutilización de desechos, sin embargo, quizá el proceso que utilices genere más contaminación que los desechos en sí.
"Es importante también reconocer que hay temas que no están sujetos a convertirse en modelos de negocios, sobre todo aquellos que están relacionados con corregir cuestiones sistémicas como los órganos de justicia o promover transparencia", señala Laborde.
El segundo reto es delimitar un producto, pues no servirá de mucho desarrollar una tecnología que permita convertir el agua sucia en combustible, por ejemplo, si no estás seguro si comercializarás un aparato que lo haga.
Como tercer reto fundamental, Armando Laborde explica que los propios emprendedores sociales suelen buscar fuentes de fondeo no muy adecuadas para sus negocios, pues cuando se acude a una asociación generalmente éstas realizan donativos a organismos sin fines de lucro y cuando expones que se trata de un modelo de negocios se genera un shock.
"Se ha dado un boom de proyectos productivos en servicios de salud, educativos y soluciones de vivienda, estas empresas han aterrizado su modelo en un producto exitoso y eso a su vez ha dado paso a que exista también un mayor número de inversionistas sociales", señala.
Una apuesta por lo financiero
Como parte de su labor de desarrollo de emprendimientos sociales, Ashoka lanzó un concurso desafío en el marco del G20, que busca identificar las soluciones más innovadoras del mundo que permitan a las comunidades marginadas y excluidas el acceso a servicios financieros confiables.
El ganador del desafío recibirá un premio de 100,000 dólares y pueden participar iniciativas individuales, organizaciones, con y sin fines de lucro, instituciones financieras y compañías privadas en todo el mundo.
El concurso obedece a que en el mundo existen más de 2,700 millones de adultos sin acceso a servicios financieros que les permitan ahorrar dinero de forma segura, pedir dinero prestado de manera accesible o hacer pagos libres de riesgos al trasladarse a sucursales.
De acuerdo con Armando Laborde, Ashoka espera la recepción de entre 300 y 500 propuestas para generar un acercamiento financiero con toda la población, la convocatoria estará abierta hasta septiembre en el sitio www.changemakers.com/es/Inclusionfinanciera