Diferencias entre empleado y emprendedor
"Desempleo" es una palabra que pone a temblar a cualquiera, pero este problema afecta principalmente a los jóvenes. Actualmente un 40% de los universitarios egresados en México carece de una oferta laboral, según estimaciones de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
Frente a este problema, emprender un negocio puede ser la solución. Ser empresario no es una actividad para todos, ya que el sistema educativo tradicional prepara a la gente para recibir órdenes, algo contrario a un emprendedor, asegura Keith Cameron Smith, autor del libro "Las 10 diferencias entre empleados y emprendedores".
En México siete de cada 10 personas creen que empezar un negocio es cuestión de personalidad, según el estudio "El Emprendedor en México, ingenio vs innovación" de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional.
Los emprendedores eligen qué quieren aprender y preguntan sin temor a ser reprimidos o castigados, explica Cameron Smith. Son personas que asumen buscar otro camino, "hacer las cosas diferentes y después sumar a la gente en ese (proyecto)", agrega Manuel Bermejo, director de programas de alta dirección de Executive Education de IE Business School.
"No tiene nada de malo ser un bueno empleado, pero también existe la opción de convertirse en un empresario, y para ello, no puede pensarse sólo en obtener un cheque", señala Cameron.
Ser emprendedor implica formarse diario para ganar habilidades que permitan estar "en el campo de batalla". Va más allá de carisma, requiere ser curioso las 24 horas del día y sentir gran pasión por lo que se hace, agrega Manuel Bermejo.
De acuerdo con Keith Cameron, éstas son otras diferencias entre empleado y emprendedor:
1. Los emprendedores se educan más de lo que se entretienen. ¿Sabes qué te impulsa? Los empresarios con éxito conocen bien sus fortalezas y sus debilidades, dice el autor. Si las desconoces siempre debes recibir instrucciones. Por ello, quienes deseen convertirse en empresarios deben empezar por educarse y conocerse a sí mismos, no delegar esa responsabilidad en otros.
El emprendedor hace que otros crean que sus productos y servicios son tan importantes como para que la vida de las personas mejor gracias a ellos.
2. ¿Te molesta perder? Los emprendedores tienen una perspectiva poderosa del fracaso, mientras que los empleados lo ven como algo negativo. Quien inicia un negocio debe asumir la responsabilidad de una mala decisión y usar ese aprendizaje para avanzar, liberándose de la culpa. Los empleados suelen culpar, quejarse y renunciar cuando las cosas se ponen difíciles, mientras el emprendedor debe permanecer fuerte aun si el fracaso es muy duro.
3. ¿Cómo ayudar a otro? Los emprendedores encuentran soluciones, los empleados solucionan problemas. De acuerdo con Cameron Smith, algunos trabajadores suelen asumir la postura: "esto no es mi conflicto", si el puesto lo exige buscan un remedio momentáneo, pero terminan pasando la responsabilidad a otros. El emprendedor "abraza" los problemas y asume la responsabilidad de encontrar soluciones de largo plazo. Incluso, de ahí surgen muchas ideas de negocio.
4 ¿Te gusta la retroalimentación? Los emprendedores dan y reciben halagos y hacen correcciones, mientras que los empleados no halagan y evitan ser corregidos. Decir que una acción se hizo mal puede malinterpretarse como un ataque personal. Al menos esto pasa cuando se tiene ‘mentalidad' de un empleado que hace lo que puede, o más que suficiente.
Muchas veces el trabajador evita que lo corrijan porque toma esto como algo personal y se siente rechazado.
El emprendedor practica hasta lograr no tomar estas situaciones como "un hecho en su contra", por una sencilla razón: dirigir una compañía requiere realizar correcciones y no es posible quejarse de cada una de éstas.
5. Hice lo que pude. Los emprendedores dicen ‘basta con los pretextos'; Los empleados argumentan ‘no es culpa mía'.
Quien emprende un negocio busca soluciones para mejorar. Asumir ese tipo de responsabilidad significa mantenerse concentrado y actuar constantemente en busca de metas.
El empleado -que no tiene mente de emprendedor- habla de sus éxitos, pero cuando hay un problema busca en quién depositar la culpa. "Cada vez que esa persona se queja o busca justificarse, en esencia está diciendo: esto no es mi responsabilidad, sino de alguien más", puntualiza el autor.