Diabetes inspira a Clínicas de Azúcar
La diabetes no es una enfermedad desconocida para Javier Lozano, director de Clínicas de Azúcar. Debido a que varios miembros de su familia la padecen, sabe el gasto económico y personal que implica su tratamiento. Este mal equivale al 5% del presupuesto anual de cualquier gobierno, según la Organización Mundial de la Salud.
Mientras Lozano estudiaba una maestría en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y en la Escuela de Salud Pública de Harvard, buscó una forma de innovar el servicio y modelos de atención para los pacientes. Sabía que en México había un mercado cautivo que además iba en aumento.
El 9.2% de los mexicanos adultos han recibido un diagnóstico de diabetes, según la Encuesta Nacional de Salud de Nutrición 2012, una cifra que se multiplicaría si se consideran las personas que ignoran que la tienen.
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Lozano se asoció con Fernanda Zorrilla, quien tenía experiencia en temas de responsabilidad social, y se apoyó en Julio Frenk, exsecretario de Salud. Estas alianzas tenían un objetivo: la primera para generar mejores prácticas y el camino para llegar a las familias, la segunda para entender el mercado.
"Buscamos la tecnología y el rediseño de los procesos necesarios", comentó Lozano. Tras una ronda de capital a través de un fondo de impacto y con la ayuda de la fundación Halloran Philanthropy de Estados Unidos, en 2011 nació Clínicas de Azúcar.
Un paciente compra una póliza anual de 3,000 pesos y tienen derecho al servicio en la clínica, en donde revisan dieta, tratamiento médico, cuidado de pies y ojos. Todo en un mismo lugar, para que el usuario no tenga que trasladarse con distintos especialistas
Mediante el uso de un software la clínica da un seguimiento sobre la condición de cada paciente y los diagnósticos son automáticos.
La empresa redujo el costo de los servicios médicos para diabéticos en 70% por su innovación en software y operación. Pero no es lo único que se reduce para el paciente, pues la posibilidad de acudir en un mismo sitio con distintos expertos reduce 80% el tiempo que utiliza el paciente, según Lozano.
Un paciente típico visita doctores unas 30 veces al año, con un gasto aproximado de 15,000 pesos, mientras que en Clínicas de Azúcar tiene todos los servicios en el mismo lugar y sólo tienen que ir de 7 a 10 veces al año.
Y la cereza del pastel: esta labor disminuye en 60% la posibilidad de una complicación como ceguera, infartos o amputación. Así Clínicas de Azúcar se convirtió en una empresa social con rentabilidad.
"No todos los emprendimientos sociales tienden a convertirse en una empresa", comentó Friné Salguero, directora de Venture y Fellowship de Ashoka México y Centroamérica. Pero la empresa de Lozano cubre con requerimientos como retos, visión social de la mano con rentabilidad, talento e impacto social medible.
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"El proyecto esta impecablemente construido, con asesores de primer nivel y tiene clara la problemática que quiere solucionar y cómo", agregó Salguero.
El emprendedor planea tener tres clínicas, con la que ya opera, en Monterrey para fin de año, con una capacidad de 10,000 pacientes. Además buscará expandirse al resto del país y a Centroamérica en los siguientes años.