Carreras con obstáculos, ¿un negocio rentable?

No parece divertido… correr entre lodo por más de 16 kilómetros, sumergirse en agua helada, escalar muros de 3 metros, atravesar aros ardientes. Y luego el gran final: una carrera a través de un campo de cables eléctricos que llevan hasta 10,000 voltios, el doble del nivel recomendado para las cercas de ganado.
Nada agradable, ¿cierto? Sin embargo, sólo este año, medio millón de personas pagaron hasta 200 dólares por cabeza para hacer precisamente eso. Es el universo llamado Tough Mudder.
"La realidad es que la razón por la cual la gente sigue regresando es porque es divertido", afirmó Will Dean, fundador y CEO de Tough Mudder. "Y al final del día, te sientes muy orgulloso de ti mismo."
La compañía de Dean organiza eventos de resistencia inspirados en entrenamiento militar. Tuvo la idea cuando era estudiante en la Harvard Business School, pero sus profesores no le vieron futuro.
"Mi maestro dijo que era una pésima idea, que nadie pagaría por correr en el barro", dijo Dean. Resulta que el maestro estaba equivocado. En poco más de seis años, Tough Mudder se ha convertido en un negocio que ingresa 100 millones de dólares anuales.
Más de 2 millones de personas han participado en algún evento Tough Mudder desde su creación en 2010.
Hoy la compañía emplea a unas 160 personas, además de cientos de contratistas y voluntarios que ayudan a construir los campos y dirigir los eventos. En la actualidad hay cerca de 50 eventos al año en tres continentes. Cada uno atrae a unos 10,000 participantes que pagan entre 75 y 210 dólares por boleto, dependiendo de la fecha en que lo reservan.
Tough Mudder es calificado como "el evento probablemente más duro del planeta" y exige una inmensa cantidad de fuerza física y mental de los participantes.
Pero a pesar del aparente peligro, sólo un competidor ha muerto realizando un Tough Mudder, un mejor historial de seguridad que las carreras masivas comparables, tales como maratones o triatlones.
"Si haces eventos para millones y millones de personas, inevitablemente, con el tiempo, a pesar de hacer todo bien - y yo realmente creo que hacemos todo bien - algo ocurrirá", dijo Dean, que es un veterano de 14 eventos.
No es un negocio barato
La sola colocación de los obstáculos cuesta cerca de 200,000 dólares, el total de gastos fácilmente alcanza los 500,000 dólares por evento. Pero gracias al pago por adelantado, Dean no tiene que depender de inversionistas o bancos para disponer de dinero.
Y tampoco está tentado a vender, a pesar de que seguramente recibiría una jugosa cantidad por su concepto (hace unos meses, el multimillonario chino Wang Jianlin pagó 650 millones de dólares por la marca de triatlón Ironman).
Dean quiere ser parte del crecimiento futuro de Tough Mudder. Proyecta programas de entrenamiento, alianzas con empresas de ropa deportiva y eventos derivados.
La compañía dio a conocer la semana pasada "Tough Mudder Half", una alternativa más corta y un poco menos intensa para aquellos que no se sienten capaces de hacer la carrera de 10 a 12 millas (16 a 19 km).
Los eventos Tough Mudder no se miden con cronómetro, se anima a los participantes a completar la carrera a su propio ritmo, y a trabajar juntos.
"Tough Mudder es un reto, es un trabajo de equipo y camaradería", señaló Dean. "Hace que las personas se sientan bien consigo mismas."