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El emprendimiento en Estados Unidos ronda su nivel más bajo en 40 años

Para ser el próximo Mark Zuckerberg hay que ser audaz y emprender. Pero en los últimos tiempos, los estadounidenses no están dispuestos.
mié 14 septiembre 2016 09:00 AM
Startups
Startups El emprendimiento en Estados Unidos alcanza su nivel más bajo.

La creación de nuevas empresas en Estados Unidos (una forma elegante de decir startups) ronda su nivel mínimo en 40 años. En 2014 solamente nacieron 452,835 empresas, según los datos más recientes del censo estadounidense divulgados la semana pasada.

Esa cifra está muy por debajo de las 500,000 a 600,000 nuevas empresas que se creaban en el país cada año desde finales de 1970 a mediados de la década de 2000.

"El emprendimiento ha registrado un declive de largo plazo", advierte Arnobio Morelix, analista senior de la Fundación Kauffman, que monitorea las startups.

La gran recesión fue gran asesina de nuevas empresas o startups. Los estadounidenses no iniciaron nuevos negocios porque pocos tenían el dinero o las agallas para hacerlo en aquellos días sombríos. Sin embargo, la expectativa era que el gran espíritu empresarial de Estados Unidos volviera con la recuperación económica.

Pero hasta el momento, eso no ha ocurrido. "Deberíamos estar enviando señales de alerta", dice Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics.

"Ya estamos lo bastante lejos de la oscura atracción gravitatoria en la recesión y la crisis. La gente debería estar más dispuesta a asumir riesgos". La gran interrogante es por qué está ocurriendo este declive y lo que significa para los empleos.

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Históricamente, las nuevas empresas eran las principales responsables de la contratación en Estados Unidos.

Las principales razones del descenso emprendedor

Los expertos como Morelix de la Fundación Kauffman y Zandi de Moody's distinguen tres factores principales que podría ser la causa de la gran caída en las startups.

1. La 'Walmart-ización de Estados Unidos'. De acuerdo a Morelix, se ha producido un gran desplazamiento hacia las cadenas nacionales frente a las tienditas familiares o pequeños negocios.

Las pequeñas empresas tienen dificultades para competir con los Walmarts del mundo en el precio porque carecen de la infraestructura necesaria para conseguir mercancías baratas del extranjero.

Además, la tercerización y la automatización ahora pueden hacerse cargo de las tareas que las jóvenes empresas pequeñas solían suministrar, como los servicios de contabilidad.

2. La regulación. Abrir un negocio, incluso una simple tienda local, requiere cada vez más licencias y permisos.

Pensemos, por ejemplo, que casi no han abierto nuevos bancos desde la crisis y la ley Dodd-Frank. Las empresas también han puesto más cláusulas de "no competencia" en los contratos para impedir que los empleados actuales abandonen la firma y emprendan sus propias empresas, al menos durante unos meses o años.

3. Las grandes empresas son cada vez más emprendedoras . La cultura startup también ha calado en las grandes empresas, explica Zandi. Fijémonos en Google y Tesla.

Tienen divisiones de investigación y experimentación que son un imán para los jóvenes, que quieren unirse a ellas en lugar de hacerlo por cuenta propia.

¿Dónde están los empleos de las startups?

Las nuevas empresas que logran despegar no emplean a tantas personas como antes.

En cambio, las empresas establecidas han estado contratando de forma muy agresiva desde la gran recesión. "Las compañías más grandes son las que están creando muchos empleos", menciona Zandi. "Las startups y las microempresas no se acercan ni de lejos".

El Departamento de Trabajo de Estados Unidos mantiene un registro de la cantidad de nuevos puestos de trabajo generados por empresas con menos de un año de edad.

Alcanzó su punto máximo en 1999 - el boom de las punto-com - cuando 4.7 millones de empleos vinieron de jóvenes startups. El año pasado, sólo 3 millones procedían de estas pequeñas emoresas.

La esperanza de un repunte

Hay esperanza de que el descenso de las empresas de nueva creación pueda estar tocando fondo.

Los estadounidenses aman los programas de televisión sobre startups, como la comedia de HBO "Silicon Valley" y "Shark Tank" de ABC, donde los emprendedores presentan sus ideas buscando fondos. En otras palabras, las startups todavía tienen caché cultural.

Por otro lado, el índice Kauffman de actividad emprendedora ha mostrado un fuerte repunte al alza desde 2014. Aunque el índice no ha vuelto a los niveles previos a la recesión, no deja de mejorar en fechas recientes.

Asimismo, el país también se prepara para un auge emprendedor protagonizado por los millennials. La mayoría de las personas inician negocios cuando rondan la treintena, señala Zandi. Y los millennials están llegando a esa edad. Con todo, a los expertos les gustaría que el tema figurara en la campaña electoral.

Cómo podrían ayudar los políticos

Zandi cita los datos del Departamento de Trabajo, que se publican con más frecuencia que las cifras del censo y han mostrado un "buen incremento" en los nuevos negocios.

De hecho, hoy los "nacimientos" de nuevos negocios superan significativamente a las "muertes" de acuerdo con el Departamento de Trabajo. Es una tendencia positiva que se ha acelerado desde finales de 2013.

Entonces, ¿qué debe hacer el país para cambiar realmente las cosas?

"La reforma migratoria sería la única cosa más importante para dinamizar el emprendimiento de forma rápida", afirma Zandi. La reforma del impuesto sobre sociedades también podría ayudar a nivelar el campo de juego para los grandes y pequeños negocios, sostiene.

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