Hacer memes, una labor que puede ser redituable
Antonio Ruiz puede ganar 3 o 4 dólares por meme y a veces, si no tiene trabajos pendientes de la universidad, puede hacer y vender hasta 10 memes diarios.
Tiene 20 años y todavía vive con sus padres.
Entró al mundo de las famosas piezas digitales en agosto pasado, cuando un amigo le pidió ayuda porque no le alcanzaba el tiempo para hacer los 12 memes que le pidió una agencia de publicidad, de un día para otro. Todos estaban relacionados con los Juegos Olímpicos de Río 2016. Antonio y su amigo estudian diseño gráfico en la Universidad Nacional de Colombia.
“No es que esa plata me alcance para irme a vivir solo, pero con lo que gano haciendo memes pago las rumbas del mes y puedo invitar a comer a mi novia con más frecuencia”, cuenta Antonio a través de Skype. Y se divierte haciéndolos.
El humor es parte fundamental de los memes, esos íconos sobre cualquier tema que en segundos, gracias a internet, se pueden volver virales.
Para tomar el ejemplo más reciente, bastaron unos pocos minutos después de conocerse la noticia del divorcio de Brad Pitt y Angelina Jolie para que la web y las redes sociales se vieran invadidas de millones de memes alusivos a la famosa pareja de Hollywood. Lo curioso es que la mayoría tenían como protagonista a la ex de Pitt, la también actriz Jennifer Aniston.
“Los memes son ideas”
Según le contó a CNN Santiago Sarceda, cofundador de El Meme, “un meme es cualquier idea, simple o compleja, que pueda ser transmitida de un cerebro a otro”.
Para entenderlo mejor, a Sarceda le gusta explicar lo que para él no es un meme: “No es una imagen con un texto en blanco sobreimpreso. Tampoco es la figura de un personaje famoso recortada y pegada con el programa de retoque fotográfico Adobe Photoshop en cientos de escenarios distintos. Todos esos son memes, sí, pero un meme no es sólo eso”.
El Meme es una comunidad de creadores de contenido que nació en 2013 por idea suya y de Mercedes Reina, en Argentina. La agencia digital se ha especializado en producir contenidos informativos y de entretenimiento para una audiencia de millenials latinos y para medios y marcas de la región.
El nombre de la empresa lo dice todo. “Los memes son básicamente ideas e internet es un ámbito ideal para la creación y reproducción de ideas o memes. El término es tan amplio como profundo, y eso es lo que más nos cautivó de esta teoría de la información y comunicación. Por eso, cuando decimos que 'hacemos memes', estamos diciendo que nos dedicamos a comunicar, ni más ni menos”, agrega Sarceda.
Varios expertos que han analizado el tema coinciden con el joven argentino. Uno de ellos es José Luis Orihuela, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra (Pamplona, España) y autor de “Los medios después de internet”.
null“Los memes son ideas originales, útiles o divertidas, cuyo atractivo hace que la gente las adopte y comparta con otros”, explicó Orihuela a CNN.
“Internet se ha convertido en un entorno especialmente apto para la difusión de estas ideas virales, que parecen haber encontrado en las redes sociales su medio ambiente natural”.
El caldo de cultivo perfecto para que crezcan, transmitan algo y se reproduzcan en un mar inacabable, infinito. Basta tener algo que decir, algo que denunciar, cuestionar o criticar, algo de lo que burlarse, algo sobre lo cual se crea que hay que tomar conciencia.
Famosos y anónimos
Los memes no necesariamente tienen que estar hechos con imágenes, videos o palabras pronunciadas por famosos, como Donald Trump, el presidente de México, Enrique Peña Nieto (que, por cierto, es uno de los políticos latinoamericanos que más aparecen en ellos), el actor Nicolas Cage, Neymar, Zinedine Zidane o James Rodríguez.
O como Yao Ming, el exjugador de baloncesto chino que jugó en la NBA e inspiró una de las imágenes en blanco y negro más utilizadas para elaborar memes: la de su cara mostrando una sonrisa amplia y burlona. O el legendario vocalista de Queen Freddie Mercury, en una famosa pose en la que, mientras mira al piso, levanta el puño. O como Gene Wilder, el actor que interpretó a Willy Wonka en “Charlie y la fábrica de chocolate”, fallecido a finales de agosto pasado.
También pueden partir de un simple dibujo o hasta de un videojuego. Y pueden estar basados en seres anónimos que al final terminan siendo extremadamente populares, como el bebé que parece estar furioso y levanta su puño o la joven que mira a la cámara con ojos muy abiertos. Ellos simplemente hicieron ese gesto en algún momento y, sin imaginárselo, han servido de inspiración para millones de íconos.
Incluso, pueden ser hechos por personajes reconocidos. En España, el diputado regional socialista Juan José Moreno fue sorprendido en una sesión mientras hacía un meme en su computador, en el que comparaba a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, con el protagonista de la película Harry el sucio.
Cuando los medios lo cuestionaron, Moreno pidió disculpas a Cifuentes por si se había sentido ofendida, pero justificó haber hecho el meme porque “tenía que expresar lo que sucedía en el debate”.
Expresar algo. Ahí está la clave. Pero no basta con expresarlo para que el meme se viralice.
null“Para convertirse en viral, un meme debe ser inteligente, oportuno, breve, simbólico e irónico. Un buen meme capta de forma instantánea un estado generalizado de opinión y lo convierte en un ícono (textual, gráfico o audiovisual)”, asegura Orihuela.
Tiene que lograr identificación en la audiencia. “Despertar recuerdos y emociones, idealmente positivas como la risa, la ternura, la empatía o la compasión”, explica por su parte Sarceda.
Y algo muy importante. Para McNeil Persand, director de Mercadeo de la agencia digital colombiana Que Boleta, el meme también se vuelve viral si no ofende ni agrede a nadie y si es fácil de entender, si es sencillo. “Si uno tiene que explicar lo que quiere decir no sirve, pierde el año”, le dijo Persand a CNN.
Que Boleta nació hace tres años cuando su creador, Marco Orozco, se dio cuenta que varias agencias de publicidad se interesaban por el contenido que compartía a través de su cuenta personal de Twitter. Hoy, sus memes se ven a través de sus redes sociales, en las pantallas de los aeropuertos de algunas ciudades de Colombia y en las cuentas o eventos de varios artistas.
Su sede está en Barranquilla, donde trabajan ocho personas, pero tiene a colaboradores en todo el país. Colaboradores que, en buena medida, hacen memes. “Cualquiera puede proponernos uno. Cuando Brad y Angelina se separaron nos llegaron muchos. En la agencia hacemos el filtro, elegimos unos para probarlos y depende de cómo se muevan, les pagamos”, explica Persand.
¿Quiénes los hacen?
El perfil del ‘hacedor de memes’ debe incluir, para Sarceda, “que consuma y participe activamente de comunidades y redes sociales”. Y si además “comprende profundamente los lenguajes nacidos de las nuevas tecnologías, tendrá más oportunidad de que sus propios memes resulten exitosos, es decir, que sobrevivan más tiempo, obtengan atención y se reproduzcan y compartan”.
Jairo Bonilla es un músico y creativo publicitario colombiano y hace memes con bastante frecuencia porque cree que son una gran “oportunidad para decir algo en voz muy alta, sumarse a una crítica y sacudir el medio periodístico”.
Bonilla le dijo a CNN que cree que “cualquier persona que quiera hablar más alto o que tenga una idea para contar en pocas palabras es un ‘meme generator’ en potencia y nada se lo impide hoy en día”.
“Además, el meme político y el farandulero manejan un principio de oportunidad. El que pega primero pega un millón de veces”, añade.
Hoy hay plataformas, programas y aplicaciones móviles que los generan de manera automática. Y ‘parafraseando’ a Internet Movie Database, existe ya un sitio web que es como una gran enciclopedia y reúne los memes más populares, tiene datos de cuándo aparecieron y cuántas veces han sido compartidos, entre otras cosas. Se llama Internet Meme Database.
Antonio está convencido de que esta revolución, esta nueva iconografía de la que hablan los estudiosos del tema, va más allá las redes sociales. Cree que está relacionada con una nueva manera de comunicar, en la que él desde su casa puede llegar a tantas personas como cualquier famoso o cualquier presidente.
Aunque en este fenómeno no todo es tan bonito como parece. Orihuela lo explica así: “En su libro "Trust Me, I'm Lying: Confessions of a Media Manipulator", Ryan Holiday describe a la perfección las técnicas de diseño de memes que se utilizan en las agencias de marketing.
Las estrategias de viralización pasaron rápidamente desde el ámbito comercial al político, y hoy las cuentas en redes de los líderes políticos se han convertido en fábricas de memes. Hoy, todos, como usuarios de las redes, tenemos que elevar nuestras defensas para evitar convertirnos en huéspedes o transmisores de ideas tóxicas”.