Publicidad
Publicidad

Empresa de Zimbabue se reinventa para sobrevivir a la crisis económica

¿Cómo sostienes un negocio cuando la economía de tu país se está derrumbando? Para una empresa de calzado, la respuesta fue exporta.
vie 13 enero 2017 09:30 AM
Reinventar
Reinventar La clave para que una empresa sobreviva a la crisis económica (Foto: erhui1979/Getty Images)

El fabricante Courteney Boot Company es conocido por sus botas de safari, hechas artesanalmente a partir de pieles de animales de caza como el búfalo africano, el avestruz, el hipopótamo y el cocodrilo del Nilo. La mitad de la producción de Courteney se vendía localmente hasta principios de la década de 2000, cuando la economía de Zimbabue se contrajo considerablemente, lo que derivó en desempleo generalizado y pobreza.

Los agricultores ya no pudieron comprar los productos de Courteney, explicó Gale Rice, quien cofundó la empresa en 1992 con su difunto esposo John. El turismo también menguó, desvaneciéndose un gran mercado para las botas.

La inestabilidad económica, la hiperinflación y la escasez de efectivo han afectado a Zimbabue en la última década. Para sobrevivir a la tormenta, Courteney cambió su enfoque de ventas y ahora el 99% de su calzado sale del país.

Desde el principio Courteney ganó muchos adeptos en Estados Unidos y Europa. El importante fabricante británico de armas y rifles Westley Richards es uno de sus distribuidores y Courtney también se distribuye en el sur de África, Australia, Alemania, Italia y otros lugares de Europa.

"Con gran esfuerzo mantuvimos el taller produciendo durante la última crisis", dijo Rice. Las botas se venden en un rango de 299 a 999 dólares, dependiendo del estilo y la piel empleada.

Para mantener sus altos estándares de calidad, su marido John, que había sido zapatero desde los 15 años, estipuló desde el principio que la empresa dedicaría nueve días hábiles a fabricar un zapato. También insistió en no tener más de 30 pares de zapatos en producción cada día.

Publicidad

"Courteney fue una parte sustancial de nuestro matrimonio y trabajar juntos era muy gratificante", apuntó Rice.

Pero además de ser satisfactorio también era un desafío. Rice recordó: "John una vez sacó todas las tarjetas de Navidad que nos habíamos dado entre nosotros y me dijo: ¿Sabes que en cada tarjeta has descrito el año anterior como ‘difícil’? "

Todas las botas de Courteney son fabricadas por encargo, un aspecto crítico para Rice porque así no acumulan mercancía sin vender. Aunque la filosofía de Courteney siempre ha girado en torno a la artesanía local, hubo un período en que la compañía se vio obligada a externalizar la fabricación a Sudáfrica.

Rice dice que en 2008, cuando el país experimentó uno de los peores casos de hiperinflación en la historia, los aviones se quedaban amontonados en el aeropuerto y Courteney no pudo sacar sus botas de Zimbabue.

La solución fue trasladar temporalmente la manufactura a Sudáfrica. Actualmente las botas se fabrican otra vez en Zimbabue, lo que todavía acarrea problemas. Por ejemplo, Rice señala que las ganancias de Courteney han caído recientemente, afectadas por un aumento en los costos de producción debido al alza de los precios de la electricidad, la mano de obra y las materias primas. “En estos momentos hay poca consistencia en la fijación de precios en el país", lamentó.

Pero Courteney ha sobrevivido a lo peor, adaptándose a las circunstancias y manteniendo sus valores tradicionales del trabajo artesanal y la reputación boca a boca. "Somos anticuados y nos alegra serlo".

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad