Narrativas transmedia, la nueva forma de contar historias
A los consumidores ya no se les conquista ni se les bombardea con información. Hoy, las marcas tienen que ser capaces de decirle a los clientes cosas que no sepan de sí mismos y anticiparse a sus necesidades, según Alfredo Troncoso, director de storyline y construcción semiótica de marca en la firma de investigación de mercados De La Riva Group.
“Ya no buscamos impactar al usuario con las historias que contamos, sino que se conecten con ellas y construyan sus propios mundos. La experiencia consiste en crear un universo al que todos los interesados tengan acceso y puedan considerarse parte de él”, explicó el especialista durante el evento So What? Narrativas transmedia y big data.
Esta nueva forma de contar historias, conocida como narrativas transmedia, suele confundirse con técnicas como el storytelling y el storyselling por la manera de narrar para enganchar al público.
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Sin embargo, en la primera únicamente se emite información para entretener y en la segunda el objetivo principal es vender. En el caso de las narrativas transmedia, la meta es conectar con los prosumidores.
“En el mercado hay un nuevo usuario que combina dos conceptos: consumidor y productor. Este individuo, conocido como prosumidor, no solo adquiere contenidos sino que también se convierte en generador de ellos", detalló Troncoso. "Regularmente es activo en redes sociales y sitios de internet y, a través de la comunicación que produce en estos, ayuda a diversificar, ampliar o cambiar las estrategias de las marcas”.
Contar una buena historia
Para Gustavo Ross, socio en la empresa de posicionamiento digital ActivaMente Consulting, hay tres elementos que componen las narrativas transmedia:
1) La construcción de historias especialmente producidas para expandirse.
2) La difusión a través de diferentes medios y plataformas.
3) El logro de las audiencias para que se conecten y ayuden a reproducir y reconstruir los mundos.
“Con estos pasos, las marcas tienen la oportunidad de entender cómo vive el prosumidor, darle un rol en la historia y ofrecerle nuevas plataformas para que se convierta en un ente activos”, explicó el especialista.
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Troncoso y Ross coincidieron en que este tipo de técnicas tienen como elemento fundamental conocer las características de las audiencias, lo que los mueve y sus gustos. De esta manera se planea el call to action para que los prosumidores se conviertan en participantes. Los tres pasos para lograrlo son:
1. Detonación. Motivar a las audiencias a implicarse y ayudarlas a reconocer su potencial como prosumidoras.
2. Remisión. Una vez que se tiene su atención, es necesario decirles en qué forma pueden participar. Aquí se inicia la comunicación directa y una interacción que permite identificar la voz de esa audiencia.
3. Recompensa. Se debe premiar la inversión de tiempo y esfuerzo de los usuarios, porque su lugar debe ser reconocido de forma justa en la dinámica de la narrativa transmedia.