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Rommel Pacheco: "El deporte no es un gasto, es una inversión para la sociedad"

Rommel Pacheco terminó en la sexta posición en Tokio y anunció su retirada de los clavados. En Expansión, retomamos esta entrevista de hace cuatro años, en la que nos contó su trayectoria.
mar 03 agosto 2021 01:33 PM
Rommel Pacheco
El clavadista mexicano Rommel Pacheco, en la sesión de fotografías que le tomó Expansión en 2016.

En agosto de 2016, coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, la Revista Expansión dedicó su portada al clavadista mexicano Rommel Pacheco. La edición trató sobre 'la difícil hazaña económica de conseguir una medalla para un mexicano', y explicaba la falta de apoyos al deporte de élite en el país —más allá del fútbol— y los problemas que enfrentan las federaciones por falta de recursos.

El propio Pacheco lo sufrió cuando logró su mayor éxito: ese mismo año ganó el oro en la prueba de trampolín individual de 3 metros de la Copa del Mundo de Clavados que se realizó en Río de Janeiro, pero no pudo escuchar el himno mexicano ni salir con una camiseta de la selección. México estaba sancionado por la Federación Internacional de Natación (FINA), después de haber renunciado a organizar el Campeonato del Mundo en 2017. No tenía dinero para hacerlo. Por ello, en lo más alto del podio, Rommel Pacheco apareció con una camiseta de Popeye.

"Me gusta Popeye, tengo varias playeras de él, el llavero de mi coche es de Popeye. Siempre me ha gustado. Veía la caricatura de niño, me gustaba que estaba fuerte, sano, y siempre me ha atraído la idea de que cuida y protege a Olivia", explica.

En esta entrevista, realizada poco después de este suceso, el clavadista nos contó su trayectoria y los retos que había enfrentado. Hoy, con motivo del anuncio de su retiro, recuperamos ese encuentro.

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¿Cómo fueron tus comienzos?

Yo empecé desde muy niño a hacer deporte. Mi primer deporte fue natación a los tres años. Después me metí a un club y practiqué varios deportes, como fútbol, basquetbol, ajedrez, béisbol. Y entre ellos, los clavados. Después de haber probado todo, lo que más me gustó fueron los clavados, y a los siete años empecé a practicarlos más en serio. De ahí fueron pasando los años, me fui creando una idea y un sueño de ir a los Juegos Olímpicos a competir.

Tuve que venirme aquí a la Ciudad de México a los 11 años, lejos de mi familia, para estar concentrado en ello. En Mérida no contaba ni con el entrenador ni con las instalaciones adecuadas, y si quería perseguir mi sueño y no sólo hacerlo como hobby, sino buscando ir a los Juegos Olímpicos, tenía que venir aquí a la Ciudad de México. Entonces, yo me vine a los 11 años, mi familia se quedó en Mérida, y así se fue dando mi carrera: fui compitiendo y ganando en competencias de mi categoría, infantiles y juveniles, luego ya en torneos centroamericanos, panamericanos, campeonatos mundiales... Hasta llegar al día de hoy. Llevo más de dos décadas en este deporte, muy contento y satisfecho de todos los resultados que he tenido.

¿Cómo pagaste tu carrera? ¿Tuviste becas o apoyos?

Había un proyecto de talentos del que formé parte desde muy niño. Al ser parte de los primeros lugares a nivel nacional, en mi categoría te hacías acreedor a una pequeña beca. Mi primera beca fue como a los 10 años, y eran alrededor de 300 o 500 pesos al mes. Te daban una mochila y una playera. Principalmente, era algo simbólico. Cuando yo empecé a hacer deporte, nunca fue pensando en el dinero. Fue porque me gustaba, y a pesar de que la beca era muy poquita, yo estaba muy feliz porque era algo que me ganaba con mi esfuerzo, era algo mío. Luego las becas fueron aumentando según el nivel y el resultado que iba obteniendo.

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¿Cómo funciona esto ya cuando se entra a competir profesionalmente?

A pesar de que entrenamos a diario, nosotros seguimos siendo considerados amateurs. No entramos como profesionales. Porque el deporte olímpico es amateur, o sea, no es que sea un hobby, pero su nombre específico es amateur, es como el box olímpico. Y nosotros en sí no recibimos... no es un sueldo, sino una beca por parte de la Conade (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte). Y dentro de la Conade hay un programa de élite que se llama CIMA, y los que tenemos los mejores resultados pertenecemos a él. Ahí estás tabulado según tu ranking mundial, que varía de acuerdo a tus resultados de cada año. Te fijan metas y las tienes que cumplir. Si no las cumples, baja tu beca, y si las superas, puede aumentar. Una de mis metas, por ejemplo, fue el resultado en la Copa del Mundo. Yo tenía que estar dentro de los seis primeros, y fui oro, entonces ahí superé la meta (risas).

En general, ¿cuánto cuesta competir por una medalla olímpica?

La verdad, no te puedo decir cuánto cuesta una medalla, pero sí es una inversión grande. Formas parte de un equipo, y no es que la inversión sea en específico para la medalla, pero son muchos años de entrenamiento, es el doctor que está en el equipo, la entrenadora, el equipamiento, los traslados... Al principio, los papás son los que tienen que pagar muchas cosas. Cuando eres niño, son los viajes a las diferentes competencias fuera del estado, el hospedaje, la alimentación, ver cómo conseguir los boletos, todo eso. Hace años, cuando yo empecé, era un poquito más complicado, ahorita ya apoyan más los institutos de cada estado a los niños a salir a competir.

¿Cómo ves la situación de los apoyos al deporte, más allá del fútbol?

Hay más ayudas. Yo creo que nosotros fuimos parteaguas. Ahora, con la Conade, con la Olimpiada infantil y juvenil, mucho del deporte está enfocado hacia esos resultados. Entonces, los institutos deportivos invierten para lograr resultados en la Olimpiada nacional, y ahí se detectan los talentos.

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¿Has recibido mucho apoyo de patrocinios privados?

Ahorita... ¿Lo tengo que decir? Sí tengo, pero... Mira, ¿qué pasa en nuestro deporte? A los patrocinadores, sobre todo cuando es deporte olímpico, les interesan los meros Juegos Olímpicos. Se acercan mucho, previo a los Juegos, pero durante los otros tres años no hay tanta exposición, según las empresas, y es un poco complicado aquí en México que una empresa te respalde. Actualmente, con las redes sociales, muchas marcas y muchas empresas se acercan y te quieren dar su producto y que tú postees. Creen que estás necesitado de un producto, pero yo puedo ir y comprármelo, no lo necesito. Yo acepto las cosas que me convienen, pero que no me quiten el tiempo para poder entrenar.

Por otro lado, lógicamente, soy consciente de que el deporte es una etapa y no me puede durar toda la vida, entonces sí es bueno capitalizarlo. Es importante crear un futuro, crear una imagen, porque al fin y al cabo mi imagen es una marca, entonces tengo que ligarla a algo bueno, a algo positivo. Esto se acaba y después yo ingreso a la vida normal, pero ingreso con más edad que la demás gente, con menos experiencia laboral, así que necesito un colchón para poder invertir, poner un negocio o algo así.

¿Qué falta para que México logre más éxitos en los Juegos Olímpicos?

Faltan más entrenadores, más escuelas, más estudio, más metodología aplicada hacia el deporte, mejores sueldos a los entrenadores, que haya más centros para hacer deporte, copiar modelos de ciertos países. El deporte es una inversión, es una inversión muy grande, pero no se debe ver como un gasto. El deporte de alto rendimiento ayuda al deporte en general: la gente lo ve, eso la motiva a hacer deporte, a hacer actividad física, y se replica en que baja la obesidad.

Yo creo que México va bien, pero siempre hay muchas cosas que mejorar. Que haya muchos más niños que hagan deporte, que los papás tengan la conciencia de llevar a sus hijos a practicarlo, a apoyarlos, que sepan que no todo tiene que depender del gobierno. Cuando yo empecé, mis papás tenían que solventar todo, conforme fui creciendo y teniendo resultados, te ganas y te hacer acreedor a que te puedan pagar las cosas, pero muchas veces el mexicano quiere que todo se lo den. Te deben facilitar las cosas para que tú puedas hacer deporte, pero muchas veces los papás son los primeros promotores. Pero nunca forzando y decir: 'Tienes que hacer esto, tienes que ganar'.

¿Qué harás cuando te retires?

Me gusta la política. Gracias a un exgobernador de mi estado que me apoyó, vi el alcance que tiene el tener un cargo tan importante, el poder apoyar. Entonces, me encantaría en un futuro el poder tener algún cargo público en el cual yo pueda ayudar [hoy, Rommel Pacheco es diputado federal en Yucatán, por el PAN]. Y tener un negocio propio. Yo estudié es Administración de Negocios, y hay muchas ideas de lo que podría poner. Es eso: un negocio propio y ver la manera de poder ayudar a la sociedad con algún cargo público.

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