Las empresas más aplicadas de la década
Es pasada la medianoche. El tráiler que va rumbo a Aguascalientes se orilla frente a una cafetería a pie de carretera. Con jeans, sudadera y chamarra, baja Juan Carlos Moreno por un café. No es el chofer, sino el director de Recursos Humanos de la transportista Tresguerras. En septiembre de 2014, luego de 18 años como administrativo de esta empresa de logística, Moreno se subió por primera vez a un camión como copiloto y compartió durante una semana la vida de un operador en la ruta Guadalajara, DF, Puebla, Aguascalientes, con salida y regreso a la casa matriz en Celaya.
La instrucción era que si el operador no come, no comes. Si no duerme, no duermes. Si no se baña, no te bañas. “No aguantamos”, reconoce Moreno. “Ahí nos dimos cuenta de que nuestras sucursales no ofrecían condiciones para los choferes”, dice. El responsable del personal para esta empresa con 81 años de historia reconoce que lo más pesado de su experiencia fue el horario, pues los choferes aprovechan la noche para viajar.
El segundo aspecto más difícil fue el aseo. “Y si hubiéramos estado con ellos dos meses, quizá nos habría afectado mucho el tema de la familia”, admite el directivo.
El programa ‘Acompáñame’ incorporó a 30% del personal administrativo de Tresguerras para ir con un chofer durante una semana, en el último trimestre de 2014. A partir de ese proyecto, la firma ha equipado sus 72 sucursales con lavanderías, salas de esparcimiento, dormitorios, áreas de descanso y gimnasios. Además, ofrece atención psicológica, especialmente a los choferes próximos a pensionarse, pues el desgaste emocional del oficio y el tiempo lejos de su familia complican su retiro.
El programa es resultado de la participación en el ranking de Súper Empresas , señala Moreno. Anterior a esa evaluación, la firma no encuestaba las necesidades de sus 1,250 choferes que representan casi la tercera parte de sus 4,000 empleados y sólo las atendía de manera reactiva.
Tresguerras es una de las compañías que cada año mejora su posición en Súper Empresas y que pasó del lugar 439, en 2013, al 22 en 2015. La transportista destaca entre los mejores lugares para trabajar por su constancia en la implementación de prácticas de recursos humanos.
El ascenso en el ranking está vinculado a que cada compañía pone en marcha acciones específicas para necesidades propias, como políticas de permisos, estación de radio o programas de reconocimiento con recompensas, que los trabajadores pueden canjear por días libres o, incluso, material para terminar sus vivienda en zonas rurales.
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Al identificar sus áreas de oportunidad para desarrollar programas con su personal, Tresguerras mejoró el cumplimiento de sus entregas de 86% en 2014 a casi 97% que están por lograr este año. También Gasored, una red de gasolineras en San Luis Potosí y el norte de Guanajuato, redujo en 60% las quejas de sus clientes.
Camino al éxito
Lihuba Vences, asociada en la consultora Addition Human Resources, explica que el principal reto de introducir prácticas de recursos humanos en una organización es favorecer el éxito de la empresa. “Muchos no son exitosos, porque se implementan pensando en la gente, en tenerla satisfecha, pero no se alinean a cumplir los objetivos de la organización”.
La especialista agrega que es necesario identificar las competencias estratégicas del negocio para definir las competencias del personal. “Sin perder de vista que, a veces, no necesitas sólo desarrollar una competencia, porque a veces la gente ni siquiera quiere estar en la empresa. Vale más que la gente quiera hacer las cosas y no sólo pueda hacerlas”.
Hace una década, la distribuidora de software Grupo Tecno padecía un problema de actitud entre sus colaboradores. Aarón Porraz, fundador de la empresa hace 33 años y presidente de la firma, tenía identificadas las dolencias: carga de trabajo excesivo y ambiente tenso. En 2014, encontró en Súper Empresas un instrumento para detectar esos errores en su
línea de producción. Ese año, Grupo Tecno ocupó el lugar 55 del ranking y al siguiente subió al 35.
“Le dimos la vuelta a la tortilla. La apatía viene desapareciendo en la organización”, comenta Porraz. La expansión del negocio es un factor de coincidencia para adoptar mediciones de personal entre estas empresas. En una década, Grupo Tecno pasó de distribuir una sola marca de cómputo a 35 distintas, aumentó su plantilla de 57 a 250 empleados y dio un brinco de facturación de 17 millones de dólares (mdd) a 130.
Cambiar el lenguaje
En un negocio tan peculiar como el funerario, J. García López planea su expansión con franquicias en el país, así como ofrecer servicios funerarios en Estados Unidos y abrir otra sucursal propia que se sumará a las ocho con las que ya cuenta esta firma fundada en 1981. Frente a este crecimiento, la comunicación interna ha sido su principal reto, cuenta Óscar Padilla, director general de la compañía.
“Pensábamos que la jornada laboral y el tipo de trabajo iban a ser los temas complicados, pero no eran comentarios que al colaborador le molestaran. Fue la comunicación interna aquello en lo que más teníamos que trabajar. En la percepción de pertenencia a la empresa”, dice Padilla.
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Por ello, las acciones van desde capacitación hasta actividades que involucran a los familiares de sus colaboradores. “Somos una empresa con un gobierno corporativo, pero que no puede perder el tacto familiar. Nuestro mensaje es que los colaboradores no forman parte de una empresa, sino de una familia”, comenta el directivo de la empresa que ingresó a Súper Empresas hace ocho años.
Incluso, la compañía hizo modificaciones al argot funerario, para mejorar el sentido de pertenencia. “Al chofer que va a recoger un cuerpo se le llama carrocero. El término no tiene sensibilidad hacia el colaborador. Así que lo cambiamos por responsable de primer contacto. Eso le hace sentir bien”, agrega.
La extensión de los programas de Recursos Humanos hacia las familias de los trabajadores es una coincidencia entre estas empresas, especialmente de aquellas que han vivido el paso de varias generaciones. Agroindustrias del Norte ha hecho del Día del Niño una de sus actividades más importantes. Marco Esteban Ojeda Elías, director general de la compañía, señala que de esa jornada los niños dicen que “quieren ser gallos”, en alusión al logotipo de la empresa que cuenta con seis unidades de negocio y 37 sucursales.
Tequila San Matías de Jalisco es una de las empresas que debutan en esta medición, pero con una trayectoria añeja en la implementación de prácticas de cultura organizacional. Carmen Villarreal, su directora desde hace 18 años, explica que al permear los valores de la empresa entre sus colaboradores han logrado casi cero rotación de personal. “La gente da su 100%. Cualquier requerimiento adicional que tenemos que involucre tiempo extra, lo da con todo gusto. Están contentos, motivados y proactivos”, dice.
Esta tequilera y Grupo Tecno se valen de aplicaciones como el programa e-valora, desarrollado por CompuSoluciones (posición 3 del ranking con menos de 500 empleados), para promover el reconocimiento interno entre empleados.
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CompuSoluciones desarrolló la aplicación luego de realizar un estudio de clima laboral y descubrir que sus trabajadores no se sentían valorados. “Antes de entrarle (a participar en Súper Empresas), resolvimos áreas de oportunidad. Sin embargo no se puede ser la empresa en la que más se paga, menos se trabaja y más prestaciones tiene, porque no seríamos económicamente viables”, comenta Juan Pablo Medina Mora Icaza, su director general.
Él llegó a CompuSoluciones en 1989 como gerente de sucursal y 13 años después se convirtió en su director general. A la pregunta de por qué es la mejor empresa para trabajar, responde: “Esa pregunta me la hizo mi esposa hace 16 años”, un par de años antes de convertirse en cabeza de la firma. “Aún coincido con lo que le contesté: es un lugar donde puedo crecer profesionalmente, con retos laborales, sin tener que cuidar que alguien meta el pie”.
En Tresguerras, Moreno tuvo su primera oportunidad laboral como coordinador hace 20 años. Ha crecido junto con la transportista que hace tres años despuntó y pasó de tener 520 camiones y 1,800 empleados a más de 1,200 y 4,000 trabajadores. “Dentro de mi inexperiencia me dieron una oportunidad laboral, eso la hace para mí la mejor empresa, porque empecé arreglando papeles y archivando”, dice.