El fundador de Virgin promueve la contratación de expresidiarios
Richard Branson quiere que tu negocio contrate a un exconvicto.
El multimillonario de Virgin Group alienta a las empresas a reclutar personas con antecedentes penales. De acuerdo con él, poner a exconvictos a trabajar “incrementa el talento, baja el nivel de reincidencia, ayuda al espíritu empresarial y contribuye a crear sociedades más seguras”.
Branson, quien se ha dedicado a esta causa por años, contrata a personas que estuvieron en prisión y programas de rehabilitación para su empresa de trenes Virgin Trains.
El año pasado, el 3% de las nuevas contrataciones de la empresa fueron a través de este sistema. Actualmente, 25 personas que cumplieron una condena se encuentran trabajando en el lugar.
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La compañía produjo una guía para ayudar a otros empleadores a unirse a la iniciativa, con sugerencias sobre instituciones y centros de readaptación dispuestos a entrar en el programa.
“Reclutar a personas con antecedentes penales no nos cuesta más que nuestro programa de reclutamiento normal y nos da empleados altamente motivados cada año”, dice la guía.
El folleto muestra el testimonio de una trabajadora actual de Virgin Trains —Tammy Moreton— que fue empleada a través del programa.
“Es realmente duro para los exconvictos porque una vez que tu empleador sabe sobre tus antecedentes criminales, no les interesas”, explicó.
En Reino Unido, los delincuentes reincidentes cuestan a los contribuyentes cerca de 17,100 millones de dólares (mdd) anuales, de acuerdo con Branson. Hay un riesgo reducido de que un exprisionero vuelva a delinquir si tiene trabajo.
Los renovados esfuerzos de Branson para reclutar exdelincuentes se da cuando el desempleo en Reino Unido y Estados Unidos está en sus niveles más bajos desde la crisis financiera global.
Branson no es el único ocupado en el tema. El año pasado, el consejo de la ciudad de Nueva York aprobó la ley Oportunidad Justa, que prohíbe a los empleadores preguntar sobre el registro criminal del aplicante hasta después de que este recibe una oferta de trabajo.
La iniciativa busca “erradicar la discriminación laboral que viven los individuos que estuvieron encarcelados”.
Más de 600,000 exconvictos son liberados de prisión cada año en Estados Unidos y dos tercios de ellos son arrestados nuevamente en un periodo de tres años.
Un historial criminal supone grandes riesgos para obtener un empleo legal, incluso en aquellos que tienen bajos salarios o no requieren experiencia previa.