El entretenimiento, la primera gran industria revolucionada por lo digital
La industria del entretenimiento se transformó completamente con la expansión de la tecnología digital. En esta ola de consumo por medios digitales, lo más conveniente para las empresas es aprender a surfear y subirse a la ola para llegar al consumidor por las nuevas vías, afirmó Eduardo Salles, cofundador y director de Pictoline, un medio de información por internet a través de viñetas.
Así, Salles analizó los datos de consumo de los lectores a los que va dirigida su publicación web y descubrió que debía sintetizar la información de su medio —que toma sucesos de coyuntura y los explica con dibujos y oraciones cortas—, de tal forma que una noticia pueda entenderse rápidamente sin necesidad de cambiar de página al abrir un link.
Es uno de muchos ejemplos de cómo el consumo masivo de contenidos en internet ha modificado la forma de hacer negocios, desde la creación de los contenidos hasta los canales de distribución.
En el panel Tsunami digital y el entretenimiento, que cerró las actividades del Foro Expansión 2016 que se celebró este lunes, los invitados coincidieron en que el mundo digital acorta el camino de presentación entre los creadores y los consumidores.
Cine y televisión
En el caso de Gary Alazraki, productor y escritor que saltó a la fama con su ópera prima Nosotros los nobles, y que dirigió Club de Cuervos, la primera serie original de Netflix en español, dice que la nueva forma tradicional de distribuir los contenidos rompe casi por completo con el modelo anterior, permitiendo este acercamiento al usuario.
Según contó, Netflix, tiene un estándar de distribución para todo el mundo, mientras que las distribuidoras tradicionales requieren de una negociación país por país. “Hay una ligera animosidad entre los estudios de cine y Netflix, porque Netflix viene a destruir las ventanas que han sido el modelo de negocio de tener los cines, luego pay TV, luego tele tradicional y luego tele abierta. Netflix quiere saltarse todas esas ventanas”, dijo Alazraki.
Música
El desarrollo tecnológico también cambió la forma de consumir la música, como explicó Héctor Mijangos, productor musical que ha incursionado en varias facetas de la industria cultural, como ahora lo hace con Yummie, una aplicación para calificar restaurantes y sitios de venta de comida. Originalmente, su trabajo en el medio del entretenimiento se dio con Noiselab, con la grabación de música y promoción de conciertos.
En esta industria, aseguró, el cambio más importante fue la compresión de los archivos de música, lo que provocó que pudieran distribuirse por internet. “Fue la muerte del formato de disco y de la industria de la música como la conocimos”, dijo Mijangos.
Esto derivó en formas de distribución digital como Napster, donde se compartía música vía internet sin pagar por ello. La innovación cambió la industria de la música y la forma en que la gente se aproximaba a ella, porque empezo a preferir la descarga a la compra física de un CD, consideró Mijangos.
Publicidad
El mundo digital, en su manera diferente de acercar los contenidos a un usuario, también revolucionó la publicidad.
Para Alejandro Berman, gerente de medios digitales de Heineken —detrás de la famosa publicidad de Tecate con Sylvester Stallone—, el gran éxito de la exposición de una marca en las redes sociales es la creación de un formato que permita a la gente adueñarse de él y hacerlo viral. “El contenido debe ser útil, informativo, entretenido o emocional. Si no es eso, es mejor quedarse callado”, sentenció.
Los participantes concluyeron que, para sobrevivir como creador de contenidos en estos momentos de apogeo digital, es necesario estudiar a la audiencia, reaccionar ante las peticiones del público y mantener los canales de distribución adecuados.
Salles indicó además que el crecimiento del consumo de contenidos en dispositivos móviles indica que el futuro está en ese tipo de plataformas.
Javier Martínez Staines, escritor y columnista en Expansión —quien moderó el panel— fue más reservado y distinguió que, ante la diversidad de caminos para llevar el entretenimiento hacia los consumidores, “no hay fórmulas para garantizar el éxito”.
