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Fullgas, la gasolinera mexicana que aprendió de Guatemala

El grupo de estaciones de servicio que opera en el sureste del país quiere aprovechar sus conocimientos para entrar a Centroamérica.
jue 06 octubre 2016 10:12 AM
Nuevos mercados
Nuevos mercados La empresa, que hasta ahora operó bajo la marca Pemex, busca formas de aprovechar la apertura del sector.

El mercado guatemalteco de gasolina puede ser un ejemplo para México, donde el gobierno se plantea adelantar la apertura de precios en algunas zonas del país a partir del siguiente año, consideró Sebastián Figueroa, director general de la firma mexicana Fullgas, que cuenta con 50 gasolineras en el sureste del país y 30 más con la marca Fullgas en Centroamérica.

La compañía entró al mercado de Guatemala y Honduras a mediados de 2010, tres años antes de la reforma energética mexicana, que abrió la posibilidad a que empresas privadas puedan participar en toda la cadena de valor del mercado gasolinero.

Figueroa opinó que la infraestructura jugará un papel fundamental en la apertura que pretende realizar el gobierno mexicano para el siguiente año, por lo que afirmó que su experiencia en Centroamérica le ayudará a conseguir mejores precios y calidad en el combustible que abastezca.

Cuando entró a Guatemala, donde tiene proveedores como Puma, Texaco, Shell y Chevron, el precio de la gasolina llegaba a los 17 pesos por litro —haciendo la equivalencia de quetzales por galón—, mientras que en México la Magna rondaba los 12 pesos, contó el directivo.

Ahora que los precios del crudo cayeron, en el país centroamericano el litro oscila entre los 8 y 9 pesos, pero en México ya roza los 14 pesos, debido al Impuesto Especial Sobre la Producción (IEPS) que se cobra sobre el energético.

“Aquí tenemos un impuesto especializado que no nos da mucho margen, y que los legisladores seguro lo están tomando en cuenta”, dijo Figueroa.

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Además, agregó, en Guatemala las ciudades tienen una buena infraestructura de almacenamiento, por lo que los camiones no deben viajar más de 130 kilómetros para abastecer a una capital, mientras que, por ejemplo, en Chetumal (Quintana Roo) deben viajar 420 kilómetros para llegar a la terminal de Mérida (Yucatán).

“Creo que la clave es la infraestructura. Lo que me han comentado algunas personas en el midstream (transporte y refinación de crudo), es que Pemex les va a arrendar su infraestructura, que tiene 150 años de daño ambiental. Pero hacer una infraestructura nueva tarda tres años, por lo que así (las nuevas empresas) pueden entrar de una vez”, dijo Figueroa.

El empresario esperó que pronto se establezcan las reglas que abrirán el mercado en los siguientes años, aunque el Congreso debe definir si adelanta o no la apertura total o parcial del precio de la gasolina para 2017.

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