Proteccionismo: el harakiri para las empresas estadounidenses
Las grandes empresas de Estados Unidos serían las perdedoras en una economía proteccionista y sin tratados de libre comercio, aseguraron líderes empresariales.
"Las empresas son las que están ligadas al libre comercio (...) les traería costos más altos por los aranceles, entonces es una especie de harakiri para las empresas grandes en donde el impacto para Estados Unidos sería inmediato y con consecuencias fatales", dijo Francisco N. González, director general de ProMéxico, en la presentación de The Business Year: México 2016.
Los candidatos presidenciales de Estados Unidos Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton han emitido discursos contra el Tratado de Libre Comercio y el Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), que libera aranceles entre 12 países incluido México.
El discurso radical contra el libre comercio lo ha encabezado el republicano Donald Trump, quien califica al tratado como el “ peor acuerdo comercial de la historia”.
Sin embargo este escenario proteccionista no se sostiene pues hay enormes intereses en Estados Unidos para que la relación comercial bilateral se mantenga, señaló Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
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“Para México y Estados Unidos hay un futuro muy promisorio y quien entre a la Casa Blanca se va a dar cuenta muy rápido del valor de la relación comercial con México”, agregó el empresario del sector automotriz.
Tras el Tratado de Libre Comercio que entró en vigor en 1994, las exportaciones de México pasaron de 60,882 millones de dólares a 380,772 millones de dólares en 2015, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con González Díaz, varios gobiernos comienzan a darse cuenta que la reducción en el empleo es por la tecnología y no por los tratados de libre comercio.
“Hay que hacer la transformación de los puestos de trabajo hacia las tecnologías que están llegando (…) Estamos en esa parte de cambio radical de forma de hacer negocios de cambiar el perfil del empleo”, sostuvo el directivo de Proméxico, durante la mesa que giró en torno a la integración de pequeñas y medianas empresas en las cadenas de valor.
El empresario agregó que la disrupción de la tecnología en los distintos sectores es la posibilidad de la entrada de nuevos jugadores. Uno de estos ejemplos es Tesla Motors en el sector automotriz que produce autos eléctricos y ahora desarrolla el autónomo.