Estos son los nuevos retos a los que se enfrentará la industria automotriz
El sector automotor, que registra buenos resultados, celebra en Ginebra una nueva edición del Salón del Automóvil concentrado en los desafíos del futuro, entre incertidumbre política y una vaticinada baja en el mercado europeo.
La compra de las marcas Opel y Vauxhall de General Motors, por parte de Peugeot, dejará su huella en este salón que comienza este martes para la prensa y el próximo jueves abrirá sus puertas al público.
El lunes PSA anunció, al cabo de rápidas negociaciones, la compra por 1,800 millones de euros de las marcas alemana Opel y británica Vauxhall , deficitarias desde hace más de 15 años.
La operación dejaría al francés como el segundo fabricante europeo detrás del gigante Volkswagen.
Otros temas agitarán los pasillos de esta 87ª edición del salón, como las consecuencias económicas del voto sobre el Brexit y las citas electorales futuras en el Viejo Continente, en particular en Holanda, Francia y Alemania,
"Puede haber importantes sorpresas" luego de la decisión británica de salir de la Unión Europea y de la elección de Donald Trump en Estados Unidos, estimó Flavien Neuvy, director del observatorio Cetelem del automóvil.
Estos acontecimientos políticos podrían pesar en el comportamiento de los consumidores pero también en los constructores de automóviles, importantes beneficiarios del libre comercio.
"Nos encontramos frente a numerosos factores de incertidumbre en el mercado europeo, con muchos cambios políticos que llegan: el Brexit, varias elecciones, que van a tener un efecto negativo en el mercado", estimó el lunes Johan van Zyl, presidente de Toyota Europe, que espera un "leve incremento" del mercado europeo, en el que incluye a Rusia.
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Optimismo de rigor
Los dirigentes de los grandes grupos "son globalmente optimistas, porque todo se reanudó correctamente" luego de la crisis 2009-2013, observó Remi Cornubert, experto de AT Kearney. El mercado europeo creció 6.8% en 2016 a 14.64 millones de unidades, alcanzando nuevamente su nivel 2008.
Los constructores del continente aprovecharon esta dinámica, como PSA (Peugeot, Citroen y DS), que registró 2,150 millones de euros de beneficio neto el año pasado, cuando hace tres años estuvo al borde de quebrar.
Volkswagen publicó un beneficio de 5,100 millones en 2016 , luego de una pérdida el año anterior por el dieselgate. Su principal competidor en término de vehículos matriculados en Europa, el francés Renault, registró beneficios por 3.540 millones de euros.
"Cuando vemos el mercado europeo, su grado de madurez, las bases económicas, globalmente no hay razón para tener malas sorpresas en 2017", estimó Flavien Neuvy.
"El mercado europeo continuará creciendo este año, lo que también es una buena noticia para los constructores", según el experto alemán Ferdinand Dudenhöffer, del instituto CAR.
La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) prevé un crecimiento del mercado de la UE de 1% en 2017.
El sector se prepara además a la reducción reglamentaria de emisiones contaminantes, en lo alto de la agenda desde el caso Volkswagen, la caída de las ventas de coches diésel y el desarrollo de los vehículos eléctricos , conectados y autónomos.
Pero más allá de estos temas fundamentales de la industria, el salón será la ocasión de presentar modelos de ensueño.
Renault va a presentar la versión definitiva de su nueva "berlinette" deportiva Alpine A110. Ferrari, Lamborghini, Pagani, McLaren o Bentley también tienen anuncios debajo de la manga.
El salón presentará además los diferentes modelos de las marcas de sus 4x4 urbanos, cuyas ventas ascienden a 30% del mercado europeo.
El lunes, el SUV 3008 de Peugeot fue premiado como coche del año.
En total unos 180 expositores mostrarán unos 900 coches hasta el 19 de marzo. Unas 687,000 personas visitaron la edición 2016.