Los retos de la agroindustria en el mundo del 'big data'
La big data –todos esos datos personales que almacenan aplicaciones como Uber o LinkedIn de tu perfil— ha probado su capacidad para formar y transformar industrias, aumentar ingresos a través de nuevos productos y clientes, reducir costos y aumentar la eficiencia operativa de las empresas. Sin embargo, muy pocas veces es asociada con la industria agrícola.
Hoy todavía se asocia a los campesinos con viejos tractores y tecnología obsoleta—sobre todo en México dónde el sector requiere de recursos para recuperar las labores del campo—, por lo que a menudo causa sorpresa saber que la agricultura es altamente moderna.
“Existe la agricultura controlada, hay muchos granjeros que ocupan drones para identificar el crecimiento de la cosecha, saber cuando esta lista para ser cosechada y además están utilizando robots para sabes cuando es el mejor momento para hacer la pizca y revisar si hay plagas”, comentó Arturo Molina, vicerrector de investigación e innovación en el ITESM en entrevista.
La primera licencia comercial de drones emitida por la Asociación Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, fue para una compañía de aplicación agrícola que le funcionó para realizar capturas de datos a través de equipos, software, sensores remotos y drones, de acuerdo con el estudio “Agricultura digital: ayudando a alimentar un mundo en crecimiento” publicado por la consultora EY.
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Casos aislados
“El campo mexicano va avanzando pero todavía existe poco cultivo de precisión, hay mucho cultivo a campo abierto y trae mucho consumo de agua. Existe tecnología para reducir el consumo mexicano, el 70% que se consume de agua proviene de la agricultura“, agregó Molina a Expansión.
Hasta ahora, las grandes empresas mexicanas ya han comenzando a aplicar procesos con tecnología avanzada como Grupo Altex, en la sus lechugas Eva que produce por medio de la hidroponía.
La empresa tiene un invernadero totalmente automatizado, de aproximadamente siete hectáreas, cuyo proceso de cultivo tarda 55 días y consiste en cultivarla a través de agua mezclada con una solución que contiene todos los minerales de la tierra.
“Tenemos controles absolutamente de todo, ahorran 80% de consumo de agua contra la cosecha tradicional, por ejemplo 1 kg de lechuga convencional gasta 150 litros de agua y una lechuga Eva gasta 25 litros”, comentó Roberto Servitje, CEO de Grupo Altex.
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En México, Grupo Modelo de Ab Inbev trabaja con diferentes proveedores que capacitan a sus agricultores de cebada con diversos tipo de software o aplicaciones para que puedan ser más eficientes al momento de cosechar la cebada.
La alimentación está en la tecnología
Para 2050 se espera que la población mundial aumente en un 40%, a 9.6 billones de personas, por lo que la industria agrícola tendrá que producir 70% más de alimentos, de acuerdo con el documento de la consultora. Lo anterior representa un gran reto para la industria.
Las tasas actuales de producción y los métodos de distribución no serán suficientes para alimentar a la población. Por lo que la agricultura de precisión y el uso de la big data serán necesarios para satisfacer estas demandas.
Sin embargo, la dificultad en el uso de estas tecnologías por el mayor costo y un retorno de inversión poco claro, son algunos de los retos que enfrenta el campo.
“En el caso de México se necesita crecer la inversión en tecnología para hacerlo más rentable (el campo). Aún necesita haber intervención en las comunidades vulnerables para realizar un diseño ideal para la producción de alimentos en los ejidos, que hasta el momento son poco productivos. Se tienen que desarrollar un programa ideal para atender al ejidatario mexicano”, señaló Molina.
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La revolución de la agricultura 3.0 también desafiará los roles tradicionales de las compañías y, potencialmente, modelos de negocio enteros, aseguró la consultora EY.
Hoy ya está creando competencia entre competidores tradicionales y no tradicionales, como es el caso de las multinacionales Dow Agrochemical, Monsanto, Bayery Syngenta, que se encuentran constantemente trabajando para mejorar la eficiencia en semillas.
Por lo que lo esencial, de acuerdo con el estudio, es que las agroindustrias transformen sus negocios, para diferenciarse y proporcionar más valor al consumidor.