El gigante petrolero Shell apuesta por los autos eléctricos
Una de las mayores compañías de combustibles fósiles del mundo está apostando a los autos eléctricos.
Royal Dutch Shell reveló un acuerdo este jueves para adquirir a NewMotion, uno de los mayores proveedores de recargas de vehículos eléctricos en Europa. NewMotion se especializa en la conversión de lugares de estacionamiento en estaciones de carga eléctrica. La firma holandesa tiene más de 30,000 puntos de carga eléctrica en Europa.
La adquisición, la primera de Shell en este sector, muestra cómo las grandes petroleras se ven obligadas a enfrentar la amenaza a largo plazo planteada por los autos eléctricos y los esfuerzos por eliminar los vehículos de gasolina y diésel.
“Esta es una forma de ampliar nuestra oferta a medida que avanzamos en la transición energética”, dijo a CNNMoney Matthew Tipper, vicepresidente de nuevos combustibles de Shell, durante una entrevista. “Ciertamente es una forma de diversificación”.
Eso puede ser un eufemismo. Consideremos que NewMotion indica que su misión fundacional era “contribuir a un mundo más limpio mediante la erradicación de los combustibles fósiles”. Ahora, será propiedad de una de las mayores compañías de combustibles del mundo, aunque ciertamente una que está invirtiendo más en energía renovable.
El presidente ejecutivo de NewMotion, Sytse Zuidema, dijo que el acuerdo acelerará el crecimiento de su compañía, dándole acceso al enorme fichero de clientes corporativos y contactos de la industria de Shell.
“No estamos aquí para impulsar autos con gasolina, sino con electricidad”, dijo Zuidema.
Compañías petroleras europeas, incluyendo a Shell y a rivales como BP y Total, han sido mucho más rápidas que sus rivales estadounidenses para invertir en energías renovables como la solar, la eólica y ahora incluso en la recarga de automóviles eléctricos.
Eso tiene sentido debido a que los inversionistas y los gobiernos europeos han tomado medidas enérgicas contra el cliente más confiable del petróleo: el motor de combustión interna. Noruega, Francia, Alemania y Estados Unidos han anunciado esfuerzos para eliminar los vehículos impulsados unicamente por combustibles fósiles.
Shell tiene su sede en los Países Bajos, donde los autos eléctricos son populares y el gobierno ha fijado un objetivo para impulsar aún más las ventas.
“Nos sentimos más cerca de ello”, dijo Tipper. “El grado en que la electrificación está cambiando la movilidad es muy, muy evidente aquí, e impulsa esta mentalidad”.
Por el contrario, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha retrocedido en las regulaciones ambientales y prometió retirar a Estados Unidos del acuerdo climático de París.
Sin embargo, el auge de Tesla y el impulso de Volkswagen , Honda y otras empresas en el sector de autos eléctricos tienen implicaciones negativas a largo plazo para las compañías petroleras.
Barclays advirtió en un informe reciente que para 2025 la demanda de petróleo podría reducirse en 3.5 millones de barriles por día debido a los vehículos eléctricos y el aumento de la eficiencia de combustible en los autos convencionales. Si los vehículos eléctricos se convierten en un tercio del mercado automovilístico en 2040, la demanda de petróleo podría caer en 9 millones de barriles diarios desde los niveles actuales, estima Barclays.
“En algún punto del camino, alcanzaremos la demanda máxima de petróleo. Pero estamos muy lejos de ello”, dijo Brian Youngberg, analista senior de energía de Edward Jones.
Aunque los autos eléctricos han ganado popularidad, siguen siendo una pequeña porción del mercado en general. Las futuras ganancias podrían verse limitadas por las preocupaciones sobre los altos costos y la duración limitada de la batería.
nullSin embargo, tiene sentido que las empresas de energía comiencen a prepararse para las energías renovables ahora, o correrán el riesgo de quedarse rezagadas. Las grandes petroleras deben gastar 350,000 millones de dólares en energía eólica y solar en 2035 para que su participación de mercado renovable coincida con el 12% que poseen actualmente en petróleo y gas, según Wood Mackenzie.
Sin embargo, ExxonMobil, Chevron y otras grandes compañías petroleras estadounidenses no han invertido significativamente en energías renovables. Se prevé que eso cambie en los próximos años.