La medición de la fatiga de los pilotos queda sin resolución
La iniciativa que planteaba implementar un sistema de medición de la fatiga en la industria aérea mexicana quedó fuera de las mesas de discusión del Senado, ante las protestas de pilotos que ocurrieron el pasado lunes y martes en el aeropuerto capitalino.
“Yo ya retiré de la mesa directiva esa iniciativa. Pero creo que traía el beneficio de instaurar un sistema de riesgos asociados a la fatiga, y a partir de tener ese sistema, que no tiene México, modernizar a los estándares internacionales de horas de vuelo”, dijo en entrevista telefónica la senadora Cristina Díaz Salazar.
La propuesta aumentaba el límite de 90 a 100 horas mensuales de vuelo, pero también obligaba a la autoridad a implementar un sistema de medición de fatiga, algo que no se contempla actualmente.
El pasado lunes, la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación (ASPA) realizó una protesta en la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para manifestar su rechazo a dicha iniciativa.
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“Esa restricción de 90 horas responde a temas de fatiga”, señaló en entrevista Francisco Corona, secretario de prensa de ASPA. “No estamos peleados con la productividad, pero primero necesitamos que se hagan los estudios para ver si es viable (el aumento de horas)", agregó el capitán que renunció anoche a su cargo en sindicato.
Díaz Salazar explicó que lo que se buscaba era un techo de horas que iría de acuerdo con los resultados que arrojara el sistema de medición. Actualmente, hay algunos pilotos que vuelan ya esas 100 horas, con el aval de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y sin una medición del riesgo por fatiga.
Otra polémica
El proyecto que continuará impulsando Cristina Díaz será el de permitir que mexicanos por naturalización también puedan trabajar como pilotos.
“No se abre la posibilidad para que extranjeros sean pilotos. Lo que sí hace es que haya una concordancia con los derechos humanos para garantizar que todo mexicano sea piloto”, comentó la legisladora.
La senadora, junto con los pilotos agremiados, acordaron en varias mesas de negociación establecer un mínimo de 10 años para que los mexicanos naturalizados puedan trabajar como pilotos en territorio mexicano. Actualmente, la Constitución sólo permite ejercer esta labor a los mexicanos por nacimiento.
Aun así, los pilotos finalmente mostraron su rechazo ante este cambio, pues argumentan que el permitir la entrada de mexicanos naturalizados como pilotos “sería tanto como aceptar la reelección indefinida en la presidencia o pensar que podamos tener un juez extranjero”.