México hará una contrapropuesta automotriz para el TLCAN
México trabaja en una contrapropuesta sobre las reglas de origen (el porcentaje de contenido regional) que ahora rigen la producción y el libre comercio de vehículos en Norteamérica, de cara a la próxima Ronda de negociaciones del TLCAN.
"Buscaríamos que el equipo negociador mexicano la lleve a la próxima ronda ministerial", dijo Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, que agrupa a los fabricantes de vehículos en México. Según destacó, el organismo trabaja en conjunto con la Secretaría de Economía para desarrollar la propuesta.
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Hasta ahora, México se había abstenido de presentar ninguna propuesta en la materia, mientras que Canadá propuso una y Estados Unidos, dos. Pero luego de calificar de "inalcanzable" y "poco realista" la última propuesta presentada por el gobierno estadounidense —que favorecía a las plantas de Estados Unidos—, Solís dijo que es el momento de elaborar una "más balanceada". Será un híbrido entre las propuestas de los otros dos países, añadió, pero también buscará incluir lo que más conviene a la industria en México.
Las reglas de origen han sido uno de los puntos más controvertidos en la negociación del nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Hasta ahora, el acuerdo permite a los fabricantes, por un lado, producir vehículos en México y exportarlos a Estados Unidos libres de arancel; y por el otro, incorporar componentes hechos en México en los vehículos ensamblados en Estados Unidos.
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Pero en la última ronda de negociaciones, Estados Unidos propuso elevar de 62.5% a 75% el porcentaje de contenido regional en los vehículos que importa de México y Canadá. También solicitó que los autos incorporen 70% de acero y aluminio producido en la región, y que 40% de los componentes provengan de países con un índice salarial superior a los 16 dólares, es decir, de Estados Unidos y Canadá. "La propuesta de Estados Unidos es un candado sobre candado", dijo Solís.
Este fue uno de los asuntos que no se lograron zanjar en la última ronda de negociación celebrada la semana pasada en Washington. "El equipo negociador mexicano colocó los temas pendientes en tres cajas con diferentes grados de dificultad. El nuestro está en la de mayor complejidad", finalizó Solís.
