El SAT y la Policía Federal blindan sus operaciones ante los ciberataques
Para proteger las actividades del Sistema de Administración Tributaria (SAT) y sus 23 millones de usuarios, Héctor Gómez Vera, administrador central de seguridad, monitoreo y control de esa dependencia, implementó un modelo de cinco funciones con 100 servicios de seguridad.
El mayor riesgo de vulnerabilidad del SAT es interno, ya sea intencionalmente o no, indicó este experto en el sexto Seminario de Seguridad Interior, Ciberseguridad y Manejo de emergencias, que organiza la Embajada de Israel esta semana en la Ciudad de México.
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"Tenemos bloqueados el 85% de los correos maliciosos, el otro 15% tiene características de un correo real. Los empleados nos tienen que ayudar a distinguirlo y no darle click", dijo el funcionario.
Durante el año pasado, más de 18,000 sitios web apócrifos fueron desactivados, y con ello se evitó que más de 3,500 millones de pesos (mdp) llegaran a manos de la ciberdelincuencia, destacó Radamés Hernández Alemán, director general del Centro Especializado en Respuesta Tecnológica de la Policía Federal.
Tanto el SAT como la Policía Federal tienen sus propios modelos para prevenir los ataques y proteger los recursos, a las personas y las actividades en línea.
Los funcionarios monitorean cada día las actividades en internet para prevenir ciberataques.
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“Nuestro modelo consiste en identificar riesgos, proteger, detectar, responder y recuperar. Con las herramientas que nos ofrecen las empresas que están en este evento, enfocadas a la gestión de riesgos, se les puede dar un buen uso preventivo. Pero no es suficiente comprar la tecnología, sino que hay que tener una estrategia para usarla”, dijo Gómez Vera. El SAT tiene “el proyecto más grande de ciberseguridad a nivel Latinoamérica”, agregó.
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Los ciberdelitos que más se presentan en el mundo son: fraude y falsificación informática; producción, posesión y distribución de pornografía infantil; y propagación de códigos maliciosos.
El monitoreo de la Policía Federal también incluye los ciberataques que se generan en otras partes del mundo, y emite alertas para que las instituciones con activos críticos tomen medidas preacautorias para evitar ser víctimas.