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Si la firma china ZTE quiebra, las ondas de choque se sentirán en todo el mundo

El fabricante de 'smartphones' chino suspendió operaciones luego de que EU prohibiera a firmas estadounidenses venderle componentes vitales.
lun 14 mayo 2018 06:51 AM

Si la compañía tecnológica china ZTE quiebra, las ondas de choque se resentirán en todo el mundo.

El fabricante de teléfonos inteligentes y equipos de telecomunicaciones anunció el miércoles pasado que detuvo sus principales operaciones luego de que el mes pasado el gobierno de Estados Unidos prohibió a las compañías estadounidenses venderle componentes que le son vitales.

La creciente crisis en ZTE la ha llevado al centro del creciente conflicto entre Estados Unidos y China sobre comercio y tecnología.

La breve declaración de ZTE dio pocos detalles, pero las implicaciones fueron claras: una importante compañía china está advirtiendo que podría quebrar debido al gobierno de Estados Unidos.

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ZTE emplea a unas 75,000 personas y sus productos se venden en todo el mundo. Es el cuarto proveedor más grande de smartphones en Estados Unidos.

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El gobierno de Estados Unidos dijo que impuso la prohibición de exportación porque ZTE violó un acuerdo alcanzado el año pasado en el que acordó pagar una multa de 1,200 millones de dólares por violar las sanciones contra Irán y Corea del Norte.

ZTE está apelando la prohibición. Mientras tanto, el gobierno chino ha ligado el destino de la empresa a la disputa comercial entre los dos países, al plantear el problema ante los principales funcionarios estadounidenses que viajaron a Pekín la semana pasada para sostener conversaciones.

Los esfuerzos de China para impulsar sus industrias de alta tecnología son una fuente clave de tensión entre los dos países. Y ZTE juega un papel importante en las ambiciones tecnológicas de Pekín.

Es una de varias firmas tecnológicas chinas que persigue agresivamente el desarrollo de 5G, la próxima generación en la tecnología de redes inalámbricas. La compañía cuenta con clientes gubernamentales y corporativos en más de 160 países y regiones.

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Presión del gobierno

ZTE ha caído repetidamente bajo el escrutinio de reguladores y funcionarios en Estados Unidos, que desconfían de sus vínculos con el gobierno chino. El accionista controlador de la compañía es Shenzhen Zhongxingxin Telecommunications Equipment, una corporación estatal china.

En 2012, ZTE y Huawei, otra enorme compañía tecnológica china, fueron objeto de un informe del Congreso de los Estados Unidos que se enfocó en los equipos que fabrican para las redes de telecomunicaciones.

El informe indica que “no se puede confiar en que [las compañías] no estén libres de la influencia del Estado extranjero y por lo tanto representan una amenaza para la seguridad de Estados Unidos y nuestros sistemas”. Ambas compañías rechazaron firmemente los hallazgos del informe.

La presión de Estados Unidos ha aumentado este año. En febrero, las agencias de inteligencia estadounidenses advirtieron a los estadounidenses no comprar teléfonos ZTE y Huawei, diciendo que las compañías representaban una amenaza para la seguridad de los clientes estadounidenses.

Y a principios de este mes, el Pentágono instruyó a las tiendas en las bases militares estadounidenses que dejaran de vender teléfonos fabricados por Huawei y ZTE, citando los riesgos de seguridad para el Departamento de Defensa.

Lee: ZTE dice estar en riesgo por sanciones de Estados Unidos

Las empresas de EU ya se ven afectadas

Pero la prohibición de comprar partes y software a compañías estadounidenses ha sido la medida más perjudicial para ZTE. Amenaza la supervivencia de la compañía y perjudicará a proveedores y clientes, incluso en Estados Unidos.

La pausa en las operaciones de ZTE “afectará a todas las empresas de la cadena de valor alrededor del mundo”, dijo Charlie Dai, analista de la firma de investigación Forrester. Dijo que la compañía depende en gran medida de proveedores extranjeros para obtener muchos componentes básicos.

ZTE compra chips de Qualcomm, Intel y Broadcom y componentes ópticos de Maynard, Acacia, Oclaro y Lumentum, entre otros, según el analista Edison Lee de Jefferies.

Los fabricantes de componentes ópticos son compañías más pequeñas y, por lo tanto, están “afectadas de manera más negativa por esto”, agregó Lee.

Acacia, con sede en Massachusetts, ha sido especialmente perjudicada. La compañía vendió cerca de 116 millones de dólares en chips y módulos a ZTE el año pasado, lo que representa aproximadamente el 30% de sus ingresos anuales.

En una reciente llamada de ganancias, los ejecutivos de Acacia dijeron que la compañía tuvo que pasar a pérdidas 7.1 millones de dólares en inventario que estaba programado para ZTE. Las acciones de Acacia han bajado más del 30% desde que el gobierno de Estados Unidos prohibió comprar a ZTE.

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China redoblará su apuesta

Si la crisis de ZTE empeora, comenzará a afectar a operadores inalámbricos en África, Medio Oriente y Europa.

También perjudicaría el desarrollo de la red 5G, lo que ralentizaría la evolución y adopción de la tecnología inalámbrica, especialmente en China, según los analistas.

ZTE “juega un papel clave en la búsqueda de China de poseer más tecnologías desarrolladas internamente y (construir) la red de comunicaciones más avanzada”, dijo Lee.

Debido a que la compañía es tan importante para las ambiciones tecnológicas de Pekín, Lee cree que el gobierno chino “hará todo lo posible” para ayudar a ZTE a resolver su disputa con Estados Unidos.

Pase lo que pase con ZTE, los expertos dicen que la ofensiva de Estados Unidos contra la compañía probablemente incitará a Beijing a redoblar sus esfuerzos para impulsar la tecnología nacional, los mismos esfuerzos que alimentaron las tensiones en Washington.

"China dedicará aún más esfuerzos y recursos a la búsqueda de tecnología fundamental”, escribió en una nota reciente a sus clientes Louis Kuijs, director de economía asiática de la firma de investigación Oxford Economics.

“La mayor apuesta hará que China sea un competidor aún más feroz que antes”, advirtió.

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