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Esta es la reina del garbanzo de Sinaloa, que exporta incluso a Irak

Jova Graneros es una firma de Sinaloa que comercializa maíz en México y fue pionera en exportar garbanzo a países árabes como Irak. Hoy tiene ventas por más de 3,000 millones de pesos al año.
mié 29 agosto 2018 01:29 PM
De estreno.
De Estreno. La empresa entra nueva al ranking de ‘Las 500’, con unas ventas que superan los 3,000 millones de pesos al año.

Las oficinas principales de Jova Graneros están a 20 minutos del aeropuerto de Culiacán, Sinaloa. Nada indica que se trata de una compañía con ventas que superan los 3,000 millones de pesos al año: es un lugar pequeño y modesto, compuesto por poco más de una decena de escritorios, donde unas 50 personas trabajan en el área administrativa.

El verdadero reflejo del negocio se encuentra al lado, en un almacén donde se hace el acopio de los productos. Allí se producían las marcas de la fábrica de jabón La Corona —dueña de Zote y Rosa Venus, y de los detergentes Foca y Roma—, hasta que Joel Valenzuela, que se encargaba de comprar el girasol, el cártamo y otras semillas para hacer los aceites de la empresa, adquirió el inmueble para destinarlo a la comercialización de granos.

“Mi papá le compró esta propiedad a sus patrones, a la familia González, y así nació la empresa”, comenta Joel Valenzuela Romero, hijo del fundador y actual director general de la compañía. “Hoy tenemos 14 centros de acopio en Sinaloa y otros tres en Sonora. Tenemos capacidad para más de 660,000 toneladas”, añade.

Esta empresa 100% familiar le compra los granos —garbanzo, maíz y frijol— a más de 4,200 agricultores del país, para después procesarlos y empaquetarlos para su comercialización nacional e internacional. Sus principales negocios son la venta de maíz blanco en México —entre sus clientes están los gigantes del sector, como Maseca, Cargill, Sukarne, Gramosa, Diconsa y Minsa— y la comercialización al extranjero del garbanzo blanco de la región, que ya supone la mitad de sus ingresos.

Entre sus planes, están aumentar las exportaciones de este producto de 40,000 a 60,000 toneladas, el 35% de toda la producción del país, que después envía a 200 clientes de todos los continentes, especialmente Oriente Medio. Otro de sus grandes objetivos es impulsar el volumen de negocio en mercados como Estados Unidos, donde crece el consumo de hummus —hecho con garbanzos—, y en varios países de Europa y Sudamérica, como Chile, Brasil y Argentina. En ellos “hay una buena oportunidad”, destaca Valenzuela, egresado de la licenciatura de Comercio Internacional por el Tec de Monterrey.

“Nuestro objetivo —añade— es ser la empresa que más garbanzo exporta de México. Este año es el primero que vamos a lograrlo, con 60,000 toneladas a un precio de 1,000 dólares cada una. Es decir, 60 millones de dólares”.

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Listo para el viaje.
El garbanzo se empaca en sacos de 25 a 50 kilos. Cada día, la empresa llena hasta 14 contenedores.

Una buena cosecha

Joel Valenzuela es un amante de la fotografía. Él mismo toma las imágenes de los centros de acopio de la empresa, que ilustran la página web y adornan la inusual sala de juntas del corporativo: una palapa situada en un patio donde los empleados comen y analizan las estrategias que deben seguir. En esta ‘cabaña’, el director recuerda la evolución de la firma junto a 20 altos ejecutivos —más mujeres que hombres— que llevan con él casi todo ese tiempo. Todos visten igual, con el uniforme del grupo: camisa blanca membretada con una J verde y un pantalón beige.

“En los 90 ya hacíamos exportaciones, pero en el año 2000 se empezó a hacer de forma oficial. Entre los años 60 y 70, las exportaciones se iban tradicionalmente a España, por los tratados de libre comercio que teníamos con ese país, pero en el año 2000, Dubai empezó con un dinamismo muy grande en la zona del golfo Pérsico (Baréin, Irán, Irak), y comenzó a consumir mucho garbanzo”, detalla Edcry Lugo, gerente de logística de exportación de la empresa.

Al principio, la compañía vendía en esa zona montos pequeños, por 2,000 o 5,000 toneladas al año. Hoy tiene capacidad para procesar cada día 14 contenedores de cerca de 24 toneladas métricas, que llenan un barco que sale cada semana de Mazatlán con ruta al puerto de Manzanillo, desde donde se dirige a Panamá y luego a España. Allí viaja por Europa o cambia de barco rumbo a Asia.

El garbanzo mexicano es uno de los productos con mayor potencial comercial en Oriente Medio, junto al aguacate, los berries, la miel, el queso y la carne de res, según un estudio que realizó la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) hace dos años, durante las Misiones Comerciales de Productores Mexicanos a Emiratos Árabes Unidos. Además de ese país, sus principales destinos son Turquía, Argelia, Jordania, Kuwait y Líbano, y recientemente logró enviar un cargamento a Irak.

“Nosotros somos pioneros en desarrollar el mercado de Irak directamente desde Mazatlán. Mi comprador es una familia con base en Dubai. Yo junto todos los documentos, ellos me pagan y el barco navega a la ciudad de Um Kasar. Tradicionalmente llegaba a Dubai o Turquía, y el producto se iba en camión. Tardaba 20 horas, ahora es directo”, asegura Valenzuela.

México todavía es poco representativo en esa región, pero la labor de firmas como Jova Graneros está haciendo crecer el comercio a doble dígito. Las exportaciones agroalimentarias a los países de la península arábiga, de enero a noviembre de 2017 —según los últimos datos disponibles de la Sagarpa—, ascendieron a 56.1 millones de dólares, un crecimiento de 67% respecto al mismo periodo del año anterior.

“Las empresas mexicanas que llegan a países del norte de África o al África árabe son las que tienen una selección de productos y servicios de lo más competitivo a nivel global”, comenta Carlos Eduardo Sánchez, titular de la Unidad de Promoción de Negocios Globales de ProMéxico.

Interconectado.
La empresa tiene 17 centros de acopio en Sinaloa y Sonora, conectados por vías de ferrocarril de la empresa Ferromex

Uno de los mayores retos para la compañía sinaloense será enfrentarse al garbanzo de India, un país que a menudo puede ofrecer precios más baratos por la cercanía con esa zona y que también se está expandiendo por Ucrania, Polonia, Alemania y Suecia, con una creciente población de migrantes árabes que consumen ese producto.

“La India está desarrollando un garbanzo de buena calidad, y es la misma semilla de garbanzo mexicano. Lo hacen más artesanal, en sus cribas. Es como Sinaloa hace 20 años, pero ellos desplazan una tonelada por 15 dólares desde el puerto de Bombay en dos días, mientras que yo lo hago en 50 días a un precio de 80 dólares por tonelada”, señala Valenzuela.

Más toneladas

La compañía, que obtuvo en 2015 el Premio Nacional de Exportación, mantuvo el año pasado el crecimiento en su segmento de garbanzo, ya que el gobierno local otorgó más permisos a los agricultores para sembrar este cultivo en lugar de maíz, pues tarda sólo tres meses y medio en producirse y requiere menos agua.

Aun así, Jova mantiene sus previsiones de vender 450,000 toneladas de maíz blanco a sus clientes en México.

El director, de 41 años, también buscará sanear las finanzas de la empresa y mejorar la eficiencia de las operaciones, con el objetivo de reducir la deuda que heredó de la gestión de su padre, fruto de las numerosas aperturas de centros de acopio. Pero sus planes a futuro se enfocarán sobre todo en aumentar su volumen de exportaciones.

“Queremos seguir creciendo en captación de garbanzo. Se están haciendo pruebas para que se pueda sembrar en Guanajuato, Jalisco y Coahuila, para ver si los climas, las heladas y el calor dejan que se produzca el cultivo en estas entidades. Lo que queremos es crear una diferenciación de marca y seguir posicionándonos como la mejor opción en comercialización de granos”, detalla Valenzuela.

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