Pfizer tiene un plan para evitar la fuga de cerebros en investigación genética
CIUDAD DE MÉXICO.- La hemofilia es una enfermedad hereditaria que impide la correcta coagulación de la sangre y es muy peligrosa para los pacientes, pues cualquier pequeña herida o lesión interna pone en riesgo su vida. Es un padecimiento raro que solo presentan los varones y que en México tiene una prevalencia de uno por cada 5,000 hombres.
Para atender esta enfermedad con una terapia menos invasiva, Pfizer desarrolla un tratamiento inyectable que actúa sobre los genes afectados por la hemofilia A o B. En la atención a esta y otras enfermedades raras, la firma invierte hasta 8,000 millones de dólares (mdd) anuales.
“Existen más de 7,000 padecimientos poco comunes, la hemofilia es uno de ellos, y casi el 80% estos padecimientos son de origen genético. Lamentablemente sólo el 5% tiene tratamiento, por eso Pfizer está comprometido para buscar tratamiento para esta gran cantidad de enfermedades que no tienen cura”, dijo a Expansión Rodrigo Puga, director general de Pfizer en México.
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Además, con el objetivo de desarrollar la investigación a nivel genómico y tratar de forma más eficiente las enfermedades raras, la empresa farmacéutica firmó un convenio con el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) para promover el trabajo científico en esta área y que los investigadores no se preocupen por los recursos para desarrollar sus investigaciones, evitando así la ‘fuga de cerebros’, señaló Puga.
La investigación nacional reduce costos y mejora la atención a los pacientes. “Los modelos innovadores buscan que estás investigaciones, que pueden llevarse de 12 a 15 años, se reduzcan a la mitad del tiempo, y esto se traduce en traer terapias innovadoras más rápido al mercado, por lo que los costos también se reducirían”, dijo Gabriela Dávila Loaiza, directora regional para Norteamérica y Latinoamérica de Pfizer México.
El desafío para las farmacéuticas es que el desarrollo de terapias más eficaces para atender enfermedades con baja prevalencia requiere de grandes inversiones. “La comunidad debe saber que invertir para descubrir terapias en esas áreas (enfermedades raras) es muy riesgoso, porque el costo es elevadísimo, y cuando se logra el tratamiento, es para muy poca gente. Tenemos que encontrar mecanismos de solución junto con el gobierno y que todos tengan el entendimiento de que tenemos el compromiso de seguir invirtiendo”, señaló Puga.