Este es el ranking de 'Los 100 empresarios más importantes de México' de 2018
Expansión elabora este ranking de ‘Los 100 empresarios más importantes de México’ desde hace décadas.
El listado califica a los presidentes y fundadores por el tamaño de sus compañías –su valor en Bolsa, si es que cotizan, sus ventas anuales, el número de colaboradores–, pero sobre todo por su ‘influencia’ en el panorama económico y político del país. Es decir, por su presencia en organizaciones y cámaras empresariales, así como en los consejos de administración de otras firmas.
Y en todo este tiempo, los nombres siempre han sido los mismos.
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Las compañías mexicanas son familiares, incluyendo los grandes grupos que cotizan en Bolsa. Por ello, una mayoría de las personas que figuran en las siguientes páginas son hermanos, primos, sobrinos, hijos o, incluso, nietos de otros empresarios que están o han estado en este mismo ranking.
Los Slim, los Baillères, los Del Valle, los Garza, los Sada –y los Garza-Sada o los Sada-Garza– , los Servitje, los Zambrano, los Coppel, los Kalach y los Hank son algunas de estas ‘dinastías’, que, en muchos casos, están viviendo un cambio generacional y dando paso a ‘nuevas’ caras.
Ve el video: Slim, la dinastía más poderosa
Este es el caso del número uno, Carlos Slim, y sus tres hijos: Carlos (número 6), Patrick (7) y Marco Antonio Slim Domit (19). Todos ellos, junto a Arturo Elías Ayub –yerno del empresario– están tomando las riendas del imperio de una de las mayores fortunas del mundo. Sin embargo, heredar un grupo empresarial no es sencillo. Muchas de las compañías familiares desaparecen en la segunda generación, y la inmensa mayoría lo hace en la tercera.
“Gestar una dinastía empresarial necesita un plan estratégico que tenga la capacidad de visualizar el largo plazo de manera compartida en los años de vacas flacas y, por supuesto, en los años de vacas gordas”, dice en un estudio Raúl Serebrenik, del Family Council Consulting. Para mantenerse en el tiempo, agrega, la clave es contar con fuertes estructuras de gobierno corporativo, buena comunicación y trabajo en equipo entre los miembros de la familia y no perder la capacidad de emprender para adaptarse a las nuevas coyunturas.
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Los De Valle son un ejemplo de esto: Antonio del Valle Ruiz comenzó en el sector bancario, pero hoy en día, el conglomerado que dirigen sus hijos brilla, principalmente, gracias a la firma petroquímica y de soluciones agrícolas Mexichem, una firma aún ‘adolescente’.
Pese a todo, todavía hay espacio para nuevos nombres y (relativos) outsiders. El más destacado este año es el inversionista David Martínez (posición 20), tan famoso como enigmático –apenas hay fotos de él– y que sirve para ilustrar otra tendencia de este ranking: muchos de estos empresarios prefieren manejarse en el anonimato, la opacidad y la discreción, lejos de los focos de los medios y de la sociedad. Según los expertos, para mejorar la transparencia de las compañías y el combate a la corrupción, esta tendencia debe cambiar.