Estas motocicletas indias buscan un pedazo del mercado mexicano
En la India, la movilidad es en dos ruedas. Por cada vehículo que se produce, hay aproximadamente cinco motocicletas listas para comercializarse en el mercado, lo cual se debe principalmente a dos razones: la saturación del transporte público y los altos costos de un auto particular.
La semejanza del caso indio con el mexicano es clara, según Olaf Sarabia, CEO de Bajaj México, una de las mayores productoras de motocicletas del sureste asiático. “En la Ciudad de México se empiezan a ver cada vez más espacios para las motocicletas. Para mí, es un fenómeno de democratización del transporte, porque es un medio eficiente que permite moverse con mayor agilidad”, afirma.
Por ello, la compañía llego al país en abril, con el objetivo de incrementar su presencia a nivel nacional en un mercado donde los registros de
motocicletas en circulación van al alza: se han triplicado desde 2011, pasando de 1.08 a 3.5 millones de vehículos en 2017.
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Varias estimaciones apuntan a un cierre de este año con 700,000 unidades vendidas. De estas, la compañía india buscará colocar de 36,000 a 40,000 motocicletas, es decir, alrededor de 5%.
El dominador del sector es Italika, de Grupo Salinas, con aproximadamente 70% del total gracias a sus motocicletas de bajo costo. Frente a esta empresa, Sarabia confía en que el consumidor mexicano está dispuesto a pagar un poco más en busca de otros beneficios, como el menor consumo de combustible y la mayor durabilidad del vehículo, entre otros rubros.
Pero los principales competidores de Bajaj son principalmente las compañías de mediana gama, como Honda y Suzuki. La estrategia quede la firma india consiste en expandir su red de distribuidores. “En este momento contamos con cerca de 70 puntos de venta y 25 distribuidores, y nuestra idea es crecer gradualmente para ir teniendo una mayor presencia a nivel nacional”, dice Sarabia.
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Bajaj México actualmente importa sus vehículos directamente de la India, aunque acaba de establecer su primera planta ensambladora en Lerma, en el Estado de México, y tiene la intención de contar con una segunda fábrica en el norte del país en el mediano plazo.
Sin embargo, aún existen varias barreras para el mercado de motocicletas en México, señala el CEO de Bajaj. Uno de los principales es la poca oferta de planes de financiamiento que hay en el mercado, por lo cual la compañía buscará ofrecer enganches bajos y plazos hasta de 36 meses, entre otros productos financieros como los seguros, para brindar certeza al comprador.
