General Atlantic apuesta por las empresas familiares
General Atlantic, una firma de inversión en capital privado, puso hace cinco años su mira en México, en empresas familiares y emprendedores que tienen una compañía en crecimiento. Pero lo hizo a su modo, de manera discreta y sin acaparar los reflectores, pese a que sus apuestas han estado en compañías conocidas: vio la primera oportunidad en Laboratorios Sanfer, de la familia Amtmann, en 2014. Le siguieron Grupo Axo, que opera marcas de ropa de lujo; y Clip, la segunda fintech más grande del país en medios de pago. Las tres superan una valuación de más de 1,000 millones de dólares. Con esto, la firma acumula inversiones por 600 MDD en México.
“En muchos mercados emergentes –incluido México–, las familias son parte importante del ecosistema, y casi siempre quieren tener un socio con el que no tengan que ceder el control, pero que pueda ayudarles para mejorar el negocio y que les traiga prácticas modernas de negocios”, comenta Bill Ford, director general de General Atlantic.
Éstas son las características que cumple su fondo de inversión, añade, por lo que se convierte en un socio atractivo para las empresas familiares mexicanas. Su estrategia es operar desde una posición no tan llamativa: adquiere una participación de apenas entre 3 y 4%, pero exige incluir un miembro en el consejo de administración y permanece en la compañía por un periodo de cinco a siete años.
Así, la firma de inversión –que tiene participación en más de 300 empresas en el mundo– puede poner sobre la mesa su experiencia internacional, su red global y su conocimiento de las tendencias, particularmente en sectores de salud, consumo, servicios financieros y tecnológicos. Pero también se enfoca en desarrollar equipos de administración, aportar herramientas tecnológicas que ayuden a innovar y detectar oportunidades de fusiones y adquisiciones.
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Un ejemplo es su labor en la farmacéutica Sanfer, que creció comprando otras compañías para convertirse en uno de los líderes del sector. En el caso de tecnología disruptiva se encuentra Clip, en la que General Atlantic pudo integrar su experiencia en las otras cinco inversiones en fintech que tiene alrededor del mundo, como Network International, la start-up que lidera el sector de medios de pago en África y Medio Oriente y que ahora pre- para su debut en el mercado de capitales.
“Mucho de lo que hemos hecho es tomar ventaja del conocimiento que hemos acumulado. Ésa es la fortaleza de nuestro modelo global, ganar experiencia y utilizarla como ventaja en inversiones alrededor del mundo”, destaca Ford.
En América Latina, General Atlantic ha entrado en 10 empresas controladas por familias, y se ha asociado con otras en inversiones específicas. Pero, a diferencia de lo que sucede en otros países latinoamericanos, como Brasil, el mercado de capitales mexicano carece de liquidez, destaca Luis Cervantes Legorreta, jefe de la oficina del fondo en la Ciudad de México, que fue la segunda en abrir en la región tras Brasil.
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“La calidad de las compañías está ahí. Pero tenemos que trabajar en la profundización del inversionista de a pie en México, para que tenga acceso a ofertas públicas iniciales y a más compañías”, comenta Cervantes.
Este cambio es todo un desafío, pues el sector financiero está lejos de alcanzar el tamaño de otros países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“La cultura del empresario en México no es tener una empresa pública, sino mantenerla en el ámbito privado. Y como hay fuentes de financiamiento buenas, como la banca comercial o emisiones privadas, tampoco necesitan, de una manera asfixiante, buscar otras opciones”, considera José El-Mir, socio de Deals en PwC México.
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Pese a ello, México está de moda entre los fondos de inversión. La guerra comercial entre China y Estados Unidos ha despertado el interés de algunos fabricantes globales de cambiar a sus proveedores o, al menos, diversificar sus operaciones, según relata Bill Ford, quien estuvo un par de semanas en China.
“Todos ven a México como uno de los principales beneficiarios”, asegura el directivo. Además, la expectativa, afirma, es que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aproveche esa ventana de oportunidad y envíe una señal a las empresas extranjeras que les haga sentirse bienvenidas. “Somos realmente positivos de los fundamentales en México”, dice Ford. “Fuimos optimistas, y creo que tomamos la decisión correcta”.