Ya no es ningún secreto que los alimentos orgánicos son más saludables que los convencionales, ya que están libres de químicos o transgénicos, pesticidas y otras sustancias. Sin embargo, los consumidores saben que al momento de adquirirlos tienen que pagar un costo extra. ¿Pero, por qué?
¿Por qué los alimentos orgánicos son más caros que los convencionales?
“Normalmente somos mas caros por el costo de certificación. Cada año tenemos que certificar el producto, desde la producción, el transporte y manejo, las operaciones de la planta, la limpieza..., y cada una de ellas vale entre 40 y 60,000 pesos”, comenta Raúl Katthain, cofundador de la empresa Cuadritos, que produce la leche orgánica Bové.
Cuadritos tiene cuatros ranchos ubicados en Guanajuato, uno en Aguascalientes y otro en Jalisco, con vacas de libre pastoreo y no son vacunadas con antibióticos, con el fin de cuidar que todo su proceso sea orgánico. Todo esto implica un costo adicional de entre 50 y 60 centavos por cada peso.
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El costo para el caso de Bové, que busca cerrar este año con una producción de 21 millones de litros, es distinta a la de otros productos que quizá solo necesitan de una certificación por producción en campo.
En los últimos cuatro años, la superficie destinada a la generación de productos orgánicos en México se duplicó de 500,000 a 1 millón de hectáreas, de acuerdo con la Secretaria de Agricultura. Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Querétaro, Puebla y Veracruz son los principales estados que han aumentado la superficie para la producción de orgánicos.
El consumo de alimentos orgánicos tiene mucho espacio para crecer en México. Tan solo de 2008 a 2012, creció 10 veces el número de productores, al pasar de 13,176 a más de 160,000; mientras que entre el 85% y 90% de la producción nacional se exporta con un valor de 600 mdd al año, de acuerdo con la Sader.