La industria después de la pandemia
El directivo de la AMID considera que el desabasto actual de equipo médico para atender la contingencia se explica, en gran medida, por la vocación exportadora de equipo básico y de subensambles que ahora tiene la industria.
A nivel global, México es el octavo exportador de dispositivos y es el primero en América Latina. El país es el mayor proveedor de dispositivos básicos para Estados Unidos, según un reporte sectorial de la extinta ProMéxico, que calculó en 9,394 millones de dólares el valor de las exportaciones del sector en 2017.
Pero la actual contingencia sanitaria, dice Oliveros, refleja el peso que tiene la salud en la economía y la necesidad de fortalecer a la industria de dispositivos médicos para ser un país autosuficiente en equipos de alta tecnología, como los ventiladores o respiradores.
Muchos de los miembros de la AMID están interesados en dar ese paso, pero en esa transición el gasto gubernamental es estratégico. Oliveros comparte que este año el presupuesto para compras públicas de medicamentos fue de 100,000 mdp mientras que para dispositivos médicos la suma apenas fue de 28,000 millones.
“El desbalance entre el consumo de medicamentos y el de tecnología médica es muy claro”, dice Oliveros. "Pero más allá del factor presupuestal, tener un consumo interno suficientemente fuerte puede generar que los esquemas de manufactura, que hoy están mayormente orientados a la maquila de exportación, empiecen a migrar a esquemas de manufactura local de equipos de alta tecnología", añade.
México ocupa el lugar 18 a nivel mundial en valor de mercado de dispositivos médicos y la posición 48 en consumo per cápita, según el reporte “La industria de dispositivos médicos: impulsora del bienestar social en México”, elaborado por KPMG para la AMID.
Según el documento divulgado en abril del año pasado, de 2010 a 2017 el sector crceció a una tasa de 7.9%, alcanzando un valor de 4,909 millones de dólares (mdd), que representó un total de 0.21% del PIB total.