Ricardo Monreal, líder de la banca de Morena en el Senado, lanzó una propuesta que ha cimbrado los cimientos del llamado modelo del Estado Regulador, donde propone fusionar a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) en un solo instituto que amalgamará todas sus funciones. Solo se le quitará de encima la que corresponde a los mercados de petrolíferos y gas natural, que pasarán a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
El proyecto del legislador del partido que domina ambas cámaras del Congreso fundamenta la creación del Instituto Nacional de Mercados y Competencia para el Bienestar (Inmecob) como una forma de lograr ahorros presupuestarios de 500 millones de pesos al año.
Los expertos, sin embargo, ven en esta maniobra un fin más concreto: la captura de los reguladores por el Poder Ejecutivo.
“La iniciativa no tiene ninguna justificación. Parte de una premisa equivocada de ahorrar recursos aprovechando sinergias, cuando en realidad son simplistas comparado con el deterioro y la transparencia del regulador (…) La única intención es la de capturar a los órganos autónomos y centralizarlos en el Ejecutivo”, dice Rodrigo Morales Elcoro, catedrático de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey y exregulador antimonopolios.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido que el artículo 28 constitucional busca entre sus objetivos la existencia de organismos “independientes de los órganos políticos y de los entes regulados”, dice Morales Elcoro, en referencia a sentencias del máximo tribunal.
El anteproyecto, que ha recibido un espaldarazo por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador siempre que se busquen “ahorros”, se dirige a destruir este objetivo, al construir un nuevo regulador que no tendrá esa independencia.