En México, la diversidad de las personas y los colaboradores de una empresa aun no se considera una ventaja competitiva. Lo vemos con el tema de género, de orientación sexual, de discapacidad o racial. Sin embargo, así es la sociedad: el 51.1% de los mexicanos son mujeres, se estima que la comunidad LGBT está formada por entre el 10% y el 15% de la población total del país, 7.7 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad en México, y existen al menos 20 etnias indígenas con un número muy relevante de población en el territorio nacional. Pertenecer a cualquiera de estos grupos es causa de discriminación y exclusión en el ámbito de los negocios: menores oportunidades, peores salarios, informalidad e inestabilidad laboral.
El uso de la tecnología y la transformación que ha traído consigo la pandemia, nos obliga a replantearnos muchos límites y barreras que observábamos hasta ahora en los entornos laborales. Además, la crisis que se avecina nos hace cuestionarnos unos modelos de negocio pensados para competir en lugar de colaborar y crecer sin límite, a costa de la sostenibilidad y el impacto social. ¿Es momento de una mayor inclusión en las empresas? Sin duda lo es, como veremos en nuestro Expansión Live sobre #CómoReactivarMéxico .