Sin embargo cuando se pregunta por otros actores —sociedad civil, medios de comunicación o empresarios—, el porcentaje de personas que percibe mucha responsabilidad disminuye a menos de 50%.
El discurso del gobierno federal sobre los responsables de la corrupción gira no sólo en torno a los funcionarios públicos del pasado, sino también a grupos empresariales, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil. En el discurso oficial, estos actores se han aprovechado de la corrupción y la han alimentado. Es decir, los convierte en responsables. A pesar de ello, si se comparan las respuestas de la encuesta de 2019 con las de este año, vemos que la variación es mínima y no representativa. En el entendimiento general parece que, al menos en términos de responsabilidad, los mexicanos tienen una opinión formada y el discurso presidencial no aumentó la percepción de corrupción en los diferentes sectores.
No obstante, que uno de cada dos mexicanos crea que los empresarios o la sociedad civil son muy responsable en el esfuerzo anticorrupción no es nada desdeñable. La corresponsabilidad es necesaria para tener soluciones efectivas y parece haber permeado en el entendimiento colectivo.
Después de ver a quién se le deposita la responsabilidad, es relevante profundizar sobre cómo se percibe al sector privado en relación con la corrupción. No es lo mismo hablar de corrupción en las 4 millones de micro y pequeñas empresas que existen en el país, que en las 500 empresas más grandes de México.
Sector privado: el rol de las empresas
Un hallazgo relevante es la gran diferencia que hay entre la corrupción de las grandes empresas comparada con la corrupción que hay dentro de los pequeños comercios.
A la pregunta "en general, ¿cuánta corrupción cree usted que hay entre los grandes empresarios?", el 79% de los mexicanos responde que hay "mucha o algo". Sin embargo, cuando se hace la misma pregunta sobre los pequeños negocios y comercios, el porcentaje baja a 53% de los encuestados. Aunque ambas preguntas están enfocadas al sector privado, para los mexicanos sí hay una diferencia importante entre pequeños negocios y grandes empresas. Una primera explicación de esto puede ser la percepción de los diferentes tipos de corrupción.
De acuerdo con Transparencia Internacional, cuando se habla de corrupción, se puede agrupar en corrupción política, gran corrupción o corrupción colusiva (grand corruption) y corrupción extractiva (petty corruption).
La corrupción política se refiere a los actos delictivos cometidos por funcionarios y autoridades públicas que abusan de su poder e influyen para realizar un mal uso intencionado de los recursos financieros y humanos a los que tienen acceso, anteponiendo sus intereses personales y/o los de sus allegados. La gran corrupción consiste en el abuso de poder en los altos niveles, que causa un amplio daño tanto a los individuos como a la sociedad. Por el contrario, la corrupción colusiva se refiere al “abuso cotidiano del poder encomendado por parte de funcionarios públicos de niveles bajo y medio en sus interacciones con ciudadanos ordinarios, que frecuentemente tratan de acceder a bienes o servicios básicos en lugares como hospitales, escuelas, departamentos administrativos u otras agencias” .