El plan de mantenimiento a las seis refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex), uno de los principales proyectos de la administración federal, será más caro de lo inicialmente estimado, principalmente por la depreciación del peso frente al dólar.
La depreciación del peso aumenta en 5,000 mdp el plan de las refinerías
Para 2021, en el presupuesto de Pemex Transformación Industrial, la filial de la petrolera encargada del proyecto, se estima que el mantenimiento de los seis complejos tendrá un costo de 61,097 millones de pesos.
Esta cifra representa un aumento de 5,370 millones de pesos -equivalente a 11.4%- respecto a los 55,726 millones de pesos estimados en el presupuesto aprobado para 2019.
“Algunos (mantenimientos en refinerías) han incrementado hasta en 1,000 millones de pesos. En un mundo ideal no sucedería, pero México se caracteriza por tener obras a sobrecostos”, explica Oscar Ocampo, líder de proyectos de energía en el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
De acuerdo con la información de la Secretaría de Hacienda, el costo del mantenimiento de cada complejo se ha incrementado entre 600 y 1,200 millones de pesos. Las obras en la refinería de Tula son las que más han aumentado, en 1,273 millones de pesos.
Este incremento tiene varias causas. Los especialistas consultados apuntan a los costos estimados en dólares, la inflación y algunos retrasos en el proyecto. Pese a esto, el aumento, afirman, es importante toda vez que la compañía está planeando reducir sus ingresos en dólares, debido a que prevé bajar sus exportaciones.
“Insumos en dólares, retrasos, hay varios factores que te pueden explicar el aumento. No es una cosa exclusiva de México, ni de países subdesarrollados, pero el peso es una moneda demasiado líquida, lo cual deja a las obras muy expuestas. Yo creo que Dos Bocas será una historia similar”, dice Ocampo.
David Rosales, socio de midstream y downstream en Talanza Energy, señala que es difícil desglosar toda la estructura de costos de Pemex. “Esa falta de transparencia y acceso a la información persigue cualquier tipo de análisis que se realice (sobre la petrolera)", dice.
Las obras de mantenimiento de los seis complejos de refinación -que en total suman una capacidad de 1.6 millones de barriles diarios- es uno de los planes principales de la administración federal, toda vez que busca aumentar el consumo de petrolíferos producidos en el país.
Pese a que este plan es uno de los que reciben más presupuesto público, la cifra podría quedar muy por debajo de lo necesario para llevar a las refinerías a su capacidad idónea, dicen los especialistas consultados.
“Es muy poco, al menos se necesita el doble. Al menos 5,000 millones de dólares a efecto de tener una mínima recuperación para estar en la norma internacional. (El presupuesto) es poco considerando el poco mantenimiento que ha existido en los últimos años y el alto nivel de exigencia que se les está pidiendo a estos equipos, están pidiendo refinar petróleo de distintos grados APIs diferentes para lo que fueron diseñados”, explica el analista de Talanza Energy.
El presupuesto que considera Hacienda para este plan es cercano a 2,800 millones de dólares.
La administración federal ha sido criticada por destinar una importante partida presupuestaria a los proyectos de refinación -incluida el nuevo complejo de Dos Bocas-. Ambientalistas y analistas consideran que la inversión quedará obsoleta en poco tiempo y que el dinero utilizado en estas obras deberían emplearse en proyectos que apunten hacia la transición energética.
“Son anuncios conservadores. La refinería de Dos Bocas quizá va a estar funcionando a toda su capacidad por 20 años o quizá menos, las otras también, funcionarán 20 años a lo mucho y después vendrá una declinación”, considera Adrián Fernández, director ejecutivo de la Iniciativa Climática de México.
“Hay una alta probabilidad de que Dos Bocas se convierta en lo que los libros de economía denominan ‘activos varados’, que es cuando tienes una gran inversión en infraestructura, que lo diseñas porque supuestamente lo usarás por muchos años y a los 10 se vuelve obsoleto”, completa.
El éxito del mantenimiento de las seis refinerías, coinciden las fuentes, radicará en la colocación de plantas catalíticas para aumentar la eficiencia y de coquizadoras para producir coque de petróleo en lugar de altos niveles de combustóleo.