Las empresas de la industria han ido migrando y sumando atributos que les servirán una vez que la emergencia sanitaria finalice, las cuales las han hecho resilientes frente a la situación económica que enfrenta el país y que tiene una repercusión directa en el consumo.
En este sentido, el análisis reveló que 62% de los encuestados mencionó que la pandemia por COVID-19 impactó de manera negativa su operación, mientras que 25% sufrió un impacto positivo y 13% no tuvo repercusiones.
Asimismo, 66% de las empresas reportaron un incremento en ventas en 2019. En contraste, 11% afirma que se mantuvieron iguales, 14% considera que las pérdidas fueron mínimas y sólo 9% reportó una fuerte disminución en sus ventas.
En tanto, el 61% de las organizaciones declararon un incremento de clientes en 2019. Por otra parte, 23% destacó que no tuvieron cambios o variaciones, 12% reportó una ligera disminución y 4% subrayó una fuerte reducción, lo que las coloca en un evidente escenario de crisis.
“A mediano y largo plazo la perspectiva de consumo es buena, el desarrollo demográfico lo demuestra. Esto no cambia el hecho de que las cosas seguirán siendo diferentes, no vamos a regresar al estado como era antes de la pandemia, ninguna marca puede hacerse de la idea de que simplemente seguiremos operando en 2021 o 2022 como lo hacíamos en 2018”, dijo durante su participación Simeón Pickers, managing director de Psyma.
Desarrollo de canales de venta
En comparación con otros sectores, pese a que la crisis sanitaria contagió las operaciones de otras compañías, las empresas del sector han enfrentado un panorama menos adverso y lograron mantener sus ventas, y en algunos casos, adoptaron otros canales de venta, como el comercio electrónico.
El Barómetro Fabricantes Pyme de Consumo revela que 7 de cada 10 empresas ha realizado ventas en línea durante este año, incursionando en plataformas como Amazon y Mercado Libre, que resultaron son los marketplaces más usados por los fabricantes proveedores del retail debido a su interfaz amigable con teléfonos inteligentes y otros dispositivos.
Rene Yamada, coordinador de estudios de GS1 México, explica que esta tendencia se presentó dado que ante una menor capacidad de compra, las empresas tuvieron que crear estrategias que les permitirán mantener sus productos disponibles para los consumidores y mantener las ventas.
El experto declaró que se cerraron canales comerciales y esto incentivó la adopción de nuevas plataformas, lo cual llevó a las organizaciones a desarrollar el aprendizaje en torno a los canales de comercio electrónico y con ello, darle un mayor peso al desarrollo de los canales de logística para atender la demanda.
“Ahora la pregunta es si las empresas están listas o no para poder entrar. Las empresas van a ser más fuertes, ya pasó un proceso de aprendizaje y las que sobrevivieron a esta etapa van a ser más fuertes después de la pandemia y si llega otro cambio se van a volver a adaptar”, puntualizó.